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que se resistiéron aqueilos naturales á su predicacion ; le
concedió Dios este consuelo por medio de San Patricio,
quien haviendo venido á Roma á visitar los Santos Luga–
res, que se veneran en aquella Capital ; conocido su e -
píritu de Celestino, despues de tenerle consigo algun tiem–
po ,
y
de haver probado sn fé , doctrina ,
y
santidad , le
con agró Obispo,
y
le
destinó
á
b conversion de lrl.:mda;
la que con efecto hizo en
términos , que le mereciéron
el renombre de Apóstol de aquella Nacían.
A'lnque todos estos laudables hechos bastaban para
realizar
el
mérito de este insigne Papa,
lo
que mas eter–
,nizó su gloria fué el ardor ,
y
actividad con que se apJi...
có á sofocar las perniciosas novedades , que per"turbaban
·la paz ;
y
los desvelos con que se dedicó á extinguir las
heregías. Si en algun tiempo tuvo la Iglesia necesidad de
un Pastor tan zeleso ,
y
vigilante , de un Papa tan santo,
y
sabio,
y
de una cabeza visible, que fuese capaz de opo–
nerse á los esfL erzos de las heregías, fué el de Celestino.
Pebgio ,
o bre de grande ingcüio , de vasta erudi–
cion ,
y
seductora
l0qi encia, enemigo capital de la gra–
cia , se atrevió á ne&1r
la
trasfosion del pecado original
en el génel"o hum-an
,
la necesidad de la gracia , en–
salzando
ta~1to
las fherzas del libre albedrío ; que sostenía,
que solo con las facultades naturales podía el hombre cum–
plir los preceptos de Dius ,
j
tstificarse,
y
conseguir
la
sal–
vacion. Estos principios cardinales de tan craso error defen–
día su discípulo Celestio, hombre acre,
y
n1ordáz, con tanto
empeño, que se llamáron sus. sequaces Celestianos , como
Pelagíanos los de aquel. Juliano, otro discípulo del Here–
siarca, hombre erudito en letras divinas ,
y
humanas, su–
mamente eluqüente,
y
jactancioso, no satisfecho con pro–
teger el error , tuvo la osadía de escribir varios Iibros.
contra San
A~nstin
, Ínclito defensor de la Di vi na
gracia~
•Y contra
b
Fé Cathólica. Todos estos monstruos que vo–
mitó
el
abismo para inducir en los hombres fas mas per–
jud.ciales máximas
i
la jusrificacion ,
y
salvacion , causa–
b.m en el Occidente daños irreparables , dignos de la mas
se era coneccion ; pero armad..> Celestino de una fortaleza,
y