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A B R 1
L.
acostumbrados
á
fa relaxacion , no podian sufrir la refor–
lna: el exemplo solo del Abad los desesperaba , se vol–
vian contra él ,
y
mil veces pensáron acabar con su vida
de diferentes 1naneras. Siendo esto tanto, con todo eso no
era lo que mas afligia al Santo Abad .
. - Todo
el
Infierno parece que se havia con}urado contra
él , irritado de una reforma , que estaba previend .) havia
.de encender
el
primitivo fervor de la Religion en Dina–
n1arca. Hallóse asaltado de las mas violentas, y n1as obs–
tinadas tentaciones. Pero quanto n1as crecían los es rorbos,
y
n1as se multiplicaban los lazos del enemigo de la salva–
don , mas se daba Guinern1o
á
la oracion ,
y
á
la peni–
te.flcia. Premió Dios la constancia ,
y
la fidelidad de su sier–
vo. No solo se suavizó el genio indómito ,
y
silvestre de
los Religiosos, vencidos finalmente de su n1oderacion, de
su
paciencia,
y
de su blandura, sino que convirtió
á
gran
número de pecadores, atraídos de la fama de su santidad,
y
tuvo
el
consuelo de convertir tambien
a
la Fé de Chris–
~o
a
todos los Gentiles, que havian quedado aun en las
costas dd
Már
' altico.
Contribuyó mucho
á
estos felices sucesos la multitud
de· milagros ue
OJ
ró ,
y
puede pasar por
el
n1ayor de
todos ellos
su
perseverancia,
y
su tranquilidad inalterable
en medio de tantas fatigas,
y
peligros.
Muchas veces le veian derretirse en copiosas lágrimas
al pie de los Altares , por conseguir nuevas gracias del
Cielo para sí ,
y
para sus hern1anos. Nunca se desnudaba
el silicio : don11ia siempre sobre
un
poco de paj.a: jamás·
us9 cosa de lino ,
y
era continuo su ayuno. Siete años
ántes de morir lee fué revelado el dia de su n1uerre: y en
este tiempo principaln1ente an1ontonó grandes tesoros
para
el Cielo , doblando su fervor , sus penitencias , su zelo,
y
paciencia.
-
Siempre que celebraba
el
Sacrificio de la Misa ,
regaba ~
los manteles con sus tiernas ,
y
fervorosas lágrimas ;
y
quando subía al ..Altar , consideraba que iba subiendo al
Monte Calvario. La última Quarcsn1a de sn vida la pasó
en excesivos rigores.
I;l
Jueves Santo celebró
la
Misa con
tan