EXErJ(CICIOS
Enctó.
t.11
que
Diós
nos ame? Toda nuellr:i fe¡ticid .1d ,
tod:i.
J1ueíl:r1 dicha conúfte en fer amigos de Dios.
~é
extrav:igames,
y
qué injuíl:os fuelen fer los
hombres en fus ami(bdes
!
Qiánrn Cuele cofrar
el
dar–
les guíl:o
!
No Gempre ganan fu corazon los de prendas
mas fobrefalienres, los de mayor mériro. Lleno eíl:a el
mundo de preferencias, en
el
amor inil1uas,
y
nadara–
cionales. Muchas veces havrás tr,1b:ij do,
fud:i.do, gaf–
tado
tu
hacienda,
y
tu
falud en el fe rvicio de un Gran–
de, Lin
que
te lo
haya
agradecido. Los
h
mbre folo fe
aman
a
sí mifmos. Caííl:e en gracia
d~
:ilguno . Poco,
o
ruda es meneíl:er para perderla : y por leve que fea
el
motivo de la defgracia, Gempre fe íigue
a
ella prime–
ro la tibiez:i ,
y
defpues la fria ldad.
~é
amiftad
liay én el
mundo ríncéra
y
pura? No
hay
erro
nudo para
efl:r
charla , que el interés o
la
pa–
fion. Si aquel
fe
mud1,
ú éíl:
((
templa, ' fe irrita, aca–
bófe
la
amiíl:ad. N ingun amigo hay que no efté en
vifperas
<le
dejar de ferio . La mas fuerre amiilad en–
~re
los hombres pu de poco,
y
pende
d
caG
nada.
No e aú en la amiftad de Dios. Es Ílncéra,
d
fin–
rerefada, benéfica. Ama ráme Dios
eA
viendo que
yo
le amo. Solo con querer darle guíl:o, fe le doy ;
y
no
puedo defagradarle fino con el pec:ido. Toda tni
fe–
licidad,
y
coda. mi
gloria es
fu
amííl:ad;
y
toda
m1
fu
m
<lefgr:i cía
íerá.
perd rla.
HJ. bla.ndo con propriedad, no hay otra gloria ver•
dader:i que
12
de los
:imos. L1 glori a del mundo es
humo,
y
no es mas.
Aquellos hombres que en
1
mu n–
t!o adquiriéron gtJnd glori1 ,
qu
por
ella
fe
11 maron
lwmbres grand
s,
ú
no fu eron amos ,
{j
no
fi
fal varon,
qué
es
lo que ahora les refh. de efa gloria? D
fengañé-
mo ~