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EVOTO S.
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j-
etpírim
dé bs
tinieblas reme
a
las
:tlmas puras.
N.1.daDía.
XVII.
Je
confunde ramo como la defconfianza de sí , y la.
confianza en Dios.
Pero no folo luvia deíl:inado Dios
a
nueíl:ro Santo
para iníl:rnir
a
los folita6os: cambien le tenia efcogi–
do par:i. confundir
a
los Gentiles ,
f
a
los· H ereges,
y
p.i.raalemar
i
los Fieles en el rigor de las mayores per..
fe uciones.
Llegando
a
noticia de Antonio, que eran condu–
cidos
a
Alexandría muchos Confefores de Chriíl:o pa ·
ra quitarlos la vid:i con los m s crueles rnrmencos,
y
c:ernil.'. ndo que algunos fb.que1[en e n la Fé
J.
vifb
de
los fu plicios , p:i.rtió al punro del deúerto para aíiíl:ir–
los en las priíiones. Pretendieron eíl:orvarlo Jos TyrJ.–
nos, m :mdando pena de la vida que fe ret ir:iJen codos
los
Colirarios, Pero defpreciando Anconio la
fuya ,
no
abandonó
a
aquellos generofos Confefores b:iíl:a qu e
confumaron el facrificio,
y
no dependib de él que no
le huvi
[e
cocado ta mifma dichofa fuerce.
Crccia en nueíl:ro Santo el amor :il retiro en medio
de los tumulmofos exercicios de la cari<lad;
y
apenas ef–
tuvo de vuel ca en
d
defierco, quando re(olvió bufcar
otra fo\edad mas ap:ur:ida. Llegaronlo
~
entender fus
di ícípulos,
y
Gempre
íc
lo emb1r:i.zaron con varias pia–
do fas arres. A efio fe af1adió ,
q ~1e
bs gr:rndes neceG–
dades de la Iglefü no
le
permicieron goza r largo tiem–
po
de b quiernd de
fu
ce!dJ. Obligaronle los Obifpos
a volver
a
Alexandría, donde fue r cibido con extraor–
d inarios honores, no Colo de los Cuhólicos , fino cam–
bien de los Hereges,
y
haíl:a de los mi finos Pag.111os, que
admiraban tamo
[u
virrnd como íl.1s mibgros . En
1
po·
to tiempo que
[e
detuvo eo aquelb Ciudad convin ió,
Mm
a