(f)
EV
o
TO
S.,
cía
con
fondada
confianza?
Ah
!
dbnde eíl:aría yo
Dia
XVII.
::lhora,
ú
el Selior huviera ya venido! Mi Dios ! en qué
error, en qué peligro he vivido haíl:a aqui ! Nunca me
halló el mundo dormido para
fus
negocios; pero
qu~n~
do me halló Dios defpierto para el mio
~
O gran
~ios
! Y ·en qué fe pafa tod:.i. la vida ! Gim ,
me efüemezco Colo de acordarme de mi mü dorra , de
mi fatá l letargo. Mas pues vos , Sef1or , me defpertais
de
él
por vueíl:ra divina gracia , haced que en adelan •
te renga fiempre tan pre(ente vueíl:ra venida, que
ja~
más me coja defprevenido.
P
U
N T O S E G U N D O.
COnftdera
qué gran dicha es la de aquellos fieles
Gervos, que quando viene el Señor los encuentra
velan.do., ,
~é ~le.gria
tambien para el Salvador del
mundo
el
coger
en
ellos
el
fruto de fus trabajos ,
y
de
fu
fa ngre, el poder derramar Cobre füs almas el torren –
te de fü s
bendicion.es, admiciendolos al feíl:in ,
y
ha~
c iendolos participantes de
fo
gloria~
Pero,
y
qué
gozo
pira
los mifmos íiervos fi eles
el no
h:.wer(e dejado arrafh ar
de
los
falfos arraél:i
vos
con que el mundo embriaga
a
fu s fequaces !
~é
pb.–
er el no
have1.fedo rmido como tantos otros, que
fe
c:kj.1ron vence r de la modorra !
·
El Sefior fiempre viene antes de lo que fe pienfa.
Q!_é alegria la de
ha
ver eíl:ado en vela concínuamence
!
La
de no haver perdido
~e
viíl:a ni un punto
el
im~
portante
negocio.dela falvacion
!
La de haver ten ido
prefence dia
y
noche el penfamiemo de la muerte
!
La
de haver perfever·ado en una vida inocente ,
y
rica de
pu~nas
obras
1
Nn
Pon