CAP ITU L 0
LX.
rum omnes qui detrahebant ti–
bi , et
vocabunt te Civitatem
Domini , Sion Sancti lsrae1.
15
Pro eo quod fuisti dereli–
cta et od io habita; et non erat
qui per te transiret , ponam te in
superbiam saeculorum , gaudium
in
genera tionem et generationem:
16
Et suges -lac ge.ntium , et
rnamilla Regum lactaberis :
et
scies quia ego Dominus salvans
te ,
et
Redemptor tuus fortis Ia–
cob.
17
Pro aere afferam aurum
1
et
pro ferro a:fferam argentum;
et pro lignis aes , et pr'o lapi–
dibu,s ferrum :
et
ponam visi–
tationem tuam pacem ; et prae–
positos tuqs
i
ustitiam.
18
Non audietur ultra ini–
quitas in terra tua , · vastitas et
contritio in terminis tuis -, et oc-
'
E sto prindpalmente pertenece a la
violeota pe rsecncioo que padec i6 la I gle–
si a de parte de las
J
ud los es tando au n
en su cuna , pues a excepcion d e los A–
p 6stoles que permanecie ron en
J
erusa–
lem , la pequefia
g rey
de fieles q ue en–
t one'es habi a
fue
tod a d·isipada
y
disper–
sa, como se refiere
A Elor . v
I 1
r.
1.
~
Te eng randecere ,
y
llenare de glo–
ri a
y
de gozo por todos los siglos
y
eda–
des venid eras.
3
Los Pueblos
y
I·os R eyes consagra–
ran con mucho gusto SUS bienes y ri que–
zaS p ara tu d ecoro y engrandecimie nto.
0 t amb ie n : Gozaris de todas las delicias,
riquezas
y
mages tad de los R ey es , que
se
c riarin asimismo a tus pechos.
4
Se al ude aqul a la abundancia d e
estos metales que habia en el reynado
de · alom6n.
11 r .
R eg . x.
27.
L a I gles ia
de
J
esu Ch ris to gozari de la abund ancia
y
riquezas de! R ey Salomon, no sol amen–
te materi ales , si no principalmente las es–
pi ritu ales de sabidurfa
, do tl:ri na , clo–
nes , virtudes ,
talentos , en que ella
pies todos los que decian rnal de
ti,
y llami rtehan la Ciudad def
Senor, la Si6n del Santo de Is rael.
15
Pirque fuiste desampa ra–
da
1
y aborrecida , y no hab ia
quien pot
tf
pasase, ponertehe pa–
ra gloria de los siglos
2
;
para go–
zo en eneracion y generacion:
16
mamaras
la
leche
3
de
1as gentes' y mamaras de los pe–
chos de los Reyes : y sabras q ue
yo soy el Senor tu Salvador, y tu
Redentor el fuerte de J acob.
17
En
lugar de cobre traere
Oro
4,
y por hierro J: raere plata·;
y
por lefia cobre ;
y
por piedras
hierro :
y
pondre en tu gobierC:o
la
paz
s
,
y
en tus Presidentes la
~sticia
6 •
·
18
Nose oid. mas habfar
de
agravi.o en tu - tie ra
7
,
n i habra
estrago ni q uebranto en t us t er....
excederi sin comparacion a la
Synagog;t.
s
E n
lo que se
indica el paternal
cuidado d
P rfo cipc , porque este como
buen P as to r d cbe cuidar
y
·visi tar su ga–
nado para conoc'erlo
y
goberna rlo.
6
Y qne las que
te gobiernen sea·11
hombre-s jnstos
y
zelosos d e la justicia.
Los Lxx.
Y dare
tus P rfncipes
m
p az ,
y
ttts Obisp os en Justicia ;
como si dixera:
En vez de ExaB:o res inj ustos
y
violento·s
'que suelen op r. mi r a las
P uebl os~
te da–
r e unos P d cipes
y
supe ri ores Eclesiasti–
cos , t an justos
y
tan alrtantes de
Ia
justi–
cia
que parezcan ser la mi sma paz y la
m i'1
a justicia. En lo que se explica , qui–
ies quiere D ios que sean los P re lados
y
Superiores de su I gl esia , para que de
e llos como de crys talinas fuen tes se de–
rive la santidad a todos las hijos de ella.
7
Que se permita o tolere
ot' tus
L eyes , que seri o sant1simas. Pero esto
y
todo Io que se sigue.
p er~enec e
mas
bien al estado d'e la I glesia-Tnumphante,
a donde como transportado de su celes–
tial hermosura se arrebata el Propheta.