LA PROPHECIA
DE
ISAIAS.
2
Excutere de pulvere , con–
surge , sede , Jerusalem : solve
vincula colli tui' ccwtiva filia
Sion.
3 Quia haec
<licit
Dominus:
Gratis venundati estis ,
e'!'
sine
argen to
redimerni ni.
4 Quia haec
<licit
ominus
Deus : In
AEgyptum
a
d escen–
dit Populus meus in principio,
leg6rico perteoece a la verdadera I g lesia.
Perversa~nte
abusan los Calvioistas de
cste lugar ) preteodiendo probar por cl,
que los pecado res no son mi embros d e la
f!glesi a, p
or qu anto esta debe ser Santa ,
y
por consi
guiente.nocabe en ella, dicen,
la menor m ancha de pecado. Per
se
r esponde a es to , que el tra nsito que
i–
c ieron po
erusalem , fig ura de la I g le–
sia, los incircu
'sos e iomundos de que
aqui se hab la , foe para prevalece r
y
ha–
cerse senores de ella , lleva ndose cautivo
todo el Pueblo , como acaecio principal–
mente en t iempo de los Romanos . Pero
esto nnnca puede verificarse en Ia Iglesia
de J esu Christo , que de tal m aoera pa–
sen ·por ella los inmundos, que la pue–
d an destruir enteramente,
~
lo que mi–
ra al dogma
y
a las costumbres ; porque
J
esu Christo le tiene prometido. , que las
puertas del infierno no prevalecera n con–
tra ella. MATTH.XVI.1a. Lalglesia eslla–
mada
Santa ,
y
la
Ciudad
d~
los Santos,
porque todos en ella son lavados , purifi–
cados
y
santificados por
J
esn Christo ;
y
los pecadores que hay41Cn4'flla no la pue-
1
den despojar de! t itulo glonoso de
SanttfJ;
por quanto Santa es su C abeza ,
y
ella
sola es madre de Santos : sus costumbres,
susJeyes
y
su docr rina no
consie~ '
n el
m enor error,
y
todas direcramente se en–
camioan a inspirar en sus h ij os la verda–
dera santidad ,
y
i;onducirlos a c:Jl a . Es–
t2
heda mira como sombra a la J eru–
~ alem
terrestre ,
y
como objeto principal
a la Iglesiade Christo, J ernsa lem m as no–
ble;
12
qual no _tendra su entero cumpli–
miento sino en Ia J erusalem C elestial.
a Gmesis
XLVI.
26.
2
Sacudete del pol
vo
,
levan–
t a te , s
ientate ,
J e rusalem : de -
ata los
laz.osde tu cuello, cauti–
va ,,hija de
Sion
r.
3
Porque esto
dice el
Seno r:
De balde fuisteis V€ndidos
2
,
y
sin
plata
sereis redimidos
3,
4
Porque esto dice
el
Sefior
Dios : A Egypto descendi6 mi
Pueblo en el principio , para mo-
~
Vuelve a tomar -posesion de tu an–
tigu-o solio de g lo ria de que fuisteis des–
p ojad.a . Todo esto en seotido moral mues–
tra de un modo gra ndioso la dignidad de
trn aim
coo."ertida a Dios.
"
Porque
el
Pueblo de los C aldeos no
teoi a en -si rnerito para que Dios
I~
en–
tregase su Pueb lo . 0
t ambien :
D e
bal–
de
;
porque fueron hechos cautivos eu
g uer ra,
y
no comprados por dinero .
s Gracios amente
y
siu merito vuestro
t ambi en sereis rescatados , porque Dios
mover a el cornon de Cyro para que as1
lo haga. Si se entiende esto de
la
rcden–
cio n del genero h uma no , la respuesta es
la misma. El hombre p or su pecado me–
recio ser entregado al d emoRio , y suje–
tado a su poder ; pero esto no porque le
fuese debido por algun merito de es te es –
plritu infernal, que no teni a el menor de.–
recho sobre el hombre , criatura de
Dios,
aunque este era reo en su presencia
d ,
Jes a
M agestad. Fuerade esto ,
~que
venta
nus
de balde que la que hac;e el hombre de so
alrna , entregindose
y
vendiendose al de–
mon io por cosas d
t an poca monta? As i–
mismo se dice que el hombre foe resca–
t ado graciosameote ; p orque no hubo en
el cosa que mereciese cste rescate ; pe ro
respecro del R eden tor no se puede deci r
que Jo hizo graE: iosamente , pues dio por
cl
l
precio i"nestimable de
SU
Sangre ;
y
as! el Aposto l S.
PAB L O
I.
Corinth. v r.
20 .
dice que hemos sido redimidos po gran–
de precio:
y
la Iglesia can ta
y
ru ga con
mucha freqiieocia al Senor , im pl orando
su socorro ,
y
haciendole presente que
noi ha rescatado con su preciGsa Sangre .