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LA PROPHECIA DE ISAIAS.
protexi te , ut plantes Caelos,
et fo nd-es
terram : et dicas ad
Sion : Populus meus
es
tu.
17
Elevare, elevare , consur–
ge, Jeru salem , q
uae
bibisti de
ma nu Domini calicem irae eius:
usque ad fundum calicis sopo–
ris bibisti .: et potasti
·q
ue ad
fe ces.
18
Non es t
qui sustentet
earn
ex
omnibus filiis quos ge–
nuit : et non est qui apprehen–
da t manum eius ex omnibus
fi–
Ji is quoSc enutrivit.
19
Duo" sunt quae
occurre–
J?;unt tibi:
i
quis contristabitur
su per
te ? vastitas et contri–
tio , et fames et gladius :
i
q ·
s
consolabitur te?
20
~Hi
ui proieeti
sunt,
dormiernnt _in capite omnium
viarum , sicut oryx illaqueatus:
pleni indi g natione Domini, in–
crepatione Dei tui.
note cubd, para que plantases los
Cielos,
y
cimentases la tierra:
y
dixeses a Si6n: JV1i Puebloeres tu
1
•
I
I
I
17
Alzate, alzate, levantate,
Jerusalem, que bebiste de Ja ma–
no del Senor el
cal
iz de
SU
ira
2 :
has ta el fondo del caliz sopodfe–
ro
3
bebiste:
y
bebiste ·has ta las
heces.
18 No
hay quien
la
sostenga
a ella de todos los h ijos q ue en -
gendro:
y
no hay quien la tome
por la mano de todos los hijos
. .
,
que
cno.
19
Dos
·cosas
son las qlle vi–
:nieron sobre
ti:
iquien se dolera
de
ti
'?
desolacion
y
quebra nto,
y · hambre
y
espada: · iquien te
consolara?
·
20
Tushljos tendidos por tier–
ra,
estan aletargados en
los
cabos
de todas las calles , como buey
mantes preso en el lazo : llenos de
la
indignacion del Senor , de la
venganz.a de tu Dios.
4.
'-···--··v""'',...
.J
• Habla aquf el P adre al Hijo : Yo
pose mis palabras
y
promesas en
tu
bo–
ca ,
y
en la de todos mis hijos , para que
lo
decl areis
y
Io di ga is a todos :
Que con
la sombra
de mi
m a7w
te cubrire
a
t1
y
a
todos lo.s tuyos, para que baxo de esta
sombra , sin temor
y
sin el menor estor–
bo,
plcmtes
en la tierra nuevos
Cielos;
y
f undes
en Jos
Cielos
nuev
tierra
;
esto
e s , nuevos
mD°r~ores.
Levantaris la Igle–
~ia
d e la nueva alianza, que hara una vi–
d a celestial en la tierra ,
y
dara al '):ielo
una multitud prodigiosa de pobla ores.
A esta nueva I g lesia es a quien has de
decir e n mi nombre :
Mi Pueblo ere.r
tit.
z
¥ s un. apos trophe que hace en este
l ugar
l Santo Propbeta a Ia Jerusalem
incredula , que habia negado
y
desecha–
do a J esn Chri sto,
y
que por esto mis–
mo habia
bebido hast a
la ultima gota
.de!
catiz
d e la ira d e D ios , habieudo si-
B
S1tpra
XLVIf.
9·
do enteramente deitrnida
y
asol ada por
los Romanos. La cxhort,1 pues a . que
vuelva sobre si
y
se reconozca.
·
3
De letargo
que
acarrea la mu erte.
El
Hebreo ;
L?ls
heces del cdliz d e un
mortal veneno.
+
Traspasados de heridas, o muertos–
de hambre
y
miseri -, tendidos por tierra:
y
'Jos que cscaparan echados de sus casas
y
desterrados de su patri a , dormidn por
Jas calles
o en sus riocones , expuestos a
la
vista
y
esc:i.rniode todos. Y as! como
a un toro indomito se le echa un lazo,
y
se lirrJleva
po~
las calles para que todos se
divie'ftao con el' le silven y se le burlen;
io mismo os acontecera a vosotros en Ia
Caldea , en donde se vera resp l:i
ecer
sabre vosotros la
justa c01er:1 de Dios.
En
el
texto H ebreo se hal la
~.'n ,
i ne Joi;
Lxx.
traslad an
l)pv~,
y
e l comun de los
Interpre}es lo tonu por e l
bos silvestri.r.
I