CAPITULO L.
cutientibus , et genas meas vel-:
lentibus: faciem meam non aver–
ti ab increpantibus et conspuen–
tibus in me.
7
Dominus Deus auxiliator
meus , ideo non sum confusus:
ideo posui faciem meam ut pe–
tram durissimam , et scio quo–
niam non confundar.
8
Iuxta
0
est qui iustificat
me ,
i
quis
contradicet mihi
?
stemus simul ,
i
quis est adver–
sarius meus
?
accedat ad me.
9 ·
Ecce Dominus Deus au–
:xiliator meus :
2.
quis est qui con–
demf.let me
?
Ecce omnes quasi
vestimentum conterentur , tinea
comedet eos.
10
i
Quis ex vobis
tirnens
Dominum , audiens vocem ser–
vi sui
?
qui ambulavit in tene–
.bris , et non· est lumen ei , spe–
ret in nomine Domini , et irtni–
tata r super Deum suum.
11 _
Ecce vos omnes accen-
.• Y as! entregue mi cuerpo para que
me hiriesen : mis mexillas y rostro para
-que me abofeteasen , escupiesen y lleoa–
~en
de improperios. MATTH. xxvu.
67 .
Los Lxx .
Mis espaldas entregue a los
a z otes, J' mis mexi ?as a las bofetadas.
z
Y
as! no hay 9ue atribuir la causa
de
la
reprobacion de
los
J ud.ios a mi de–
Ji c_adeza , y a que no qui se padecer para
red imirlos ; pues por es to he padecido Ios
mas crueles
to~me atos
y
dolores con Ia
mayor coastancia y fort aleza ; y to
es–
to de mi grado,
y
con
el
mayor gusto
y
alegrf.
, sabiendo que de la ignominia de
mi p sion me habia de· resultar una glo–
r ia inmensa e inexplicable.
3
Digan Ios J udlos lo que quier an,
que los desaflo y cito al tribunal y jui–
c io de mi Padre, el qual me abon6
y
mos-
4
Roman.
VIII .
]J •
herian
1
,
y mis mexillas
a
los
q
ue
rnesaban mi ba rba : mi rostro no
retire de Ios que me injuriaban
y
me escupian.
"!
El -Sefior Dios mi aux1-
liador
2
,
por eso no me confundi-
,
I
..
•
re :
y
a
puse
nu
ca ra como p1e-
dra muy dura, y se q ue no sere
confundido.
8
Cerca esta el que me justi–
fica
3
,
i
quien se me opondra?
comparezcamos a una ,
2.
qui~n
es
mi adversario
?
acerqy;se a
mi.
9
He que el Sefiqr Dias mi
auxlliador:
i
quien es el que
m~
condenara
?
He aq
Ul
todos seran
rnolidos
4
como vestidura, polilla
1
comera.
10
iQuien de vosot li s
s
es te–
meroso del Sefior , y oye
fo.
pala–
bra de su siervo? el que anduvo
en tinieblas, y no tiene lumbre,
espere
en
el nombre del Sefior.,
y
apoyese sobre su Dios.
11
Ved
q
ue todos
vosotros en-
tr6 inocente a todo el mundo , resuci–
tindome de entre
los
muertos ,
y
hacien–
dome subir a los C ie!os Ueno de glori a.
4
T odos los que seine oponen
y
se
me .mues tran enemigos
seran molidos
y
consumidos ct;mo vestidura
;
ellos mi smos
con sus maldades , cegued ad
y
du reza se
acarrea ran su ru ina y cas tigo ,
y
eng_en–
drar '
la polilla que los consuma.
s
El que ent re vosotros teme al Se–
fior, y escucha la voz , la dochi na , l as
ins trucciones de su siervo J esus , aunque
ande en media µe las
~in iebl as
, de las
afl.icciones , dolo res y mise ri as d e
a vi–
d a , y que le parezca que no ha de me:..
jorar de es tado; no des maye, espere
fi r–
memea te en e l nomb re de l Senor , y a–
poy ese todo sobre su' Dios , y es te cier–
to
y
seguro de su socorro
y
cons_uelo.