c·APITULO XLI.
que
praedi cens ,
neque
audiens
6lermones
v-estros.
27
Primus · ad Sion dic€t:
Ecce adsunt ; et Ierusalem evan–
' ·' ·
~
gelista m dabo.
\
-~·;:
28 Et.·
~id}
'.
et non .
~r~t
n<t_que
~x
1st1s
quisquam qui
101-
ret
consilium
' et interrogatus
responderet
verbum_.
29
·Ecce - omnes
iniusti ,
et
vana
opera: · eorum : '\Cntus
et
inane ·
·sirpulacra eorum.
i ..
Y
Q
qn~
...
~oy
el primero , el solo
Dio~: enrre
todos··., el unico .
y
verd ad e ro;
dir.e
a
Sioii
, ;
mi Pueblo :·
Helas aqul:
aht'. denes 1-0s qrie yo re· envfo
~
para que
te anuocien to venidero. ·
2
Corrio Isaias , Jeremfas ' y -..los <?tr.os .
Prophet<\S ·, que
OS
daraA
-b~ep a s
nuevas,
y
pri neip'almente de lo que peiteuece a
Jesu CJuisto y a su Evangelio.
·
a
Estas son palabras de Isaias:
Y
d es-·
anuncie ,
ni quien vat-icine , ni
q ui en oiga vuest ras palabras.
27
El
primero
di ra a
S i6n
1 : · ·
I-!elos aq
uf;
y
a Je rusalem
dare
un
Evangelista
2
•
28
Y
mi re,
y
no habia alli de
t:;sto&- ninguno
3
q ue su
piese
dar
consejo,
y
q ue
preguntad9
.respon–
diese
pa~bra.
29
He aqu.l todos son
injus-·
tos
4 ,
y
sus ob ras vanas .
viento
y ·
vanidad los simulacros
de
ellos.
pues de
haber dicho todo esto , no-vf al1.i
a riin gu
f.loque respondiese , o se enca r–
gase de tomar por su cuenta la d efens .t
de sus 1dolos.
En
vista de todo est'o pro–
nuncie esta sentencia contra. los 1dolos
y
contra sus ciegos adoradores.
'
D efie nden una causa injusta , pues
quitan al ve rdadero Dios la honra que le
es debid a ,
y
se la
d , ,
a
l1l
as
obras va..:
n as hechas por las manos
de
los hombres J
CAPITULO
CaraCleres del .libertador de Is.raet;
y felici tf,ad
de
su Reyno.
El
Senor
es digno de que todos le alaben.
·R~beldia
d
-
.Pueblo de Israel
,
JI
sus
terribles
ca1tigos.
_ ,
1
Ec~e
•
servus meus ,
su-
i
He
aqu.l mi sierva
1
,
re-:
scipi~-m
eum·}
ele&us
meus,
com-
cibfrlohe
2
:
mi
escogido,
mi
ani-
~~
._
1
S.
MA.THEO
.XII.
1S.
e)Cpone a la
lotra de
J
es u Christo estos quatro prime-
1·os versic ulos. Jesu Christo aun en q.uan–
.t:o Hombre , pot· la identidad ·de la Perso–
na , es Hijo natural de Dios; pero al rnis–
mo tiempo permanece
siervo
de
ios,
p.orrazon
de
su n aturaleza humana, que
csc1:°
da ,
y
como t al, sierTa
de
su Cri a–
dor:
SI
s.
THOMAS
y con
el
todoslos
Theologos
in Jir. P art. Quaest .
xx.Ar't .1.
in Corp.
et
Aposl. ad Philipens.
11'
7,
4
M o1tthui
XII.
18.
Tom. VI.
2
Le so!
end
re,
le defendere
:',ft/
d–
c,ogido,
p :.ir:i
ser Principe
y
Cabez:t ·de
la
I g lesia Militante
y
Triumphante:
Torri6
con~ntamimto;
porque es la virtud y _sa-.
bid ur1a d e Di os .
r . Corinth-: r.
24.
Dz
mi
E spzr£tu
so ~re
el;
para symbolizar esto
b axo, sobre
el
en figura d e p :i loma '
qu a n~
d o
foe
b :iutizado en .el J ord an.
TTfl •
n r.
16.
Mostrarajusticia ,
annnc11d ., es–
t ablece ra cntre los Pueb los
y Na ciones
la:
ley
de justicia , co
mo
J
uez
d.eluniverio.
Zzz