CAPITULO XLIII.
cam semen tuum , et ab occi–
dente congregabo te.
6
Dicam aquiloni: Da; et
austro : Noli prohibere : affer
filios meos de longinquo , et
fi–
lias meas ab ·ext remis terrae.
7
Et omnem qui invocat no–
menmeum,in gJoriam meam crea–
vi eum, formavi eum et
feci
eum.
8
Educ foras Populum cae–
cum , et oculos habentem ; sur–
dum , et aures ei sunt.
9
Omnes gentes congregatae
sunt simul , et collectae
sunt
Tribus :
i
quis in
vobis
annun–
ciet iStud , et q uae prima sunt
audire nos faciet
?
dent testes
eorurn
,
iustificentur , et
au–
diant , et dicant : Vere.
10
Vos
testes mei
, <licit
Dominus , et servus meus quern
elegi : ut sciatis , et credatis mi-
a
Tus hijos serfo dispersos por to–
oas las quatro plagas de la tierra ; mas yo
los recogere de toda$ cllas, y hare que
..,uelvan a Jerusalem su patria, figura de
la
vocacionde todas las Naciones, a abra–
zar la
fe
de J esu Christo por medio de la
predicacion del Evangelio.
•
Porque yo he criado , formado
y
hecho a todos aquellos que invocaran mi
nornbre, y se incorporaran en mi Pue–
blo , en mi I glesia. El Hebreo :
Todos
ntos
sera~
llamados en mi nombre ;
por–
que yo Ios criare ,
mare ... el preteri–
to por el foturo
;
lo que igualmente se
debe entender siempre que se habla pro–
pheti camente , por las razones que ya en
otros Iugares dexamos apuntadas.
J
Exceptuandb de este nurnero al
Pueblo obstinado , a aquellos de
tre
los
Judfos, que teniendo ojos y orejas,
no qp'eren ver, oir ni entender la ver–
dad
d
Evangelio.
MATTH. VIII. 1 2 .
Al–
gunos lo entienden de Ios Gentiles : Saca
fuera , como de la obscu rid ad y tinieblas
de
una carcel , al Pueblo _a quien hasta
ahora ha tenido ciego su infidelidad ,
y
hijos
1
,
y
del occidente te reco–
gere.
6
Dire al aquilon : Dalos;
y
al abrego
~No
los dete ngas: trae
mis hjjos de lejos,
y
mis hijas de
los extremos de
la
tierra.
7
9¥
a todo aquel que invoca
mi nombre
2
,
para gloria rnia le
crie, le orme
y
le h ice.
8
Echa fuera
3
al Pueblo cie–
go , au nque tiene ojos ; al sordo,
au nq ue tiene orejas.
9
Congreguense a una todas
las g e ntes,
y
reunanselas Tribus4:
i
quien entre vosotros nunciara
esto,
y
las primeras cosas quien
nos las hara oir? prese·nten testi–
gos de ellas ,
y
justifiquense ,
y
o· an ,
y
digan : Verdad es.
o
Vosotros
sois mis
testi–
gos
s,
dice el Sena ,
mi sier–
vo
6
q
ue
yo
escog1 : para
q
ue lo
que ya tiene ojos alumbrados coo la luz
d e la verdad; al que antes estaba sordo a
las voces que le daban los Ci e los y
la
tier ra
p~ra
ue conociese a su H acedor,
y
abora tie
ya oidos para d arlos a la
predicacion de los Apos tol es.
•
E st.a es una digresion o inveCl:iva
contra los 1dolos
y
sus adoradores , con
el .fin de apartar de la idolatria los cora–
zones de los J udfos
inclinados a ella.
J untcnse en uno, dice , todos eso_s Pue–
blos
y
N aciones id6l atras ,
y
comp arez–
can en mi
s
cia , y veamos si hay
entre ellos qu1en pueda decir que al gu–
no de sus idolos Jes anunci6 lo que ha–
bia de venir, como yo ahora lo h ago con
voso os. Presenten los testimonios
de
sus
oraculos y predi cciones ' y que verifica–
dos estos , el que Io oiga pueda decir : Si',
verdad es esto.
s
De
la
verdad de
mis
oraculc
pues
tantas veces los habeis visto cump 1dos.
•
El Christo que yo enviare, pues con
Ios hechos admirables de su vida
y
predi–
cac ion de su doCl:rina confirmara todo lo
que de el he
anunciad9
por mis Prophetas.