C A P I T
U L
0
I I I.
9
10
Columnas eius fecit ar–
g<:nteas , reclinatorium aureum,
ascensum
purpureum
:
media
charitate constravit propter
:fi–
lias Ierusalem :
I I
Egredimini et videte ,
fi-
rode virtudes:
y
ni la incredulidad ni el
e rro r han
podido
jamas c ntaminarla,
ni podran prevalecer contra ella todas las
artes
y
m.lqui nas del infierno. Algunos
por estos
cedros
entienden las
N
aciones
id6latras ' que estando antes sumergidas
en el cieno de los vicios
y
de las mas a–
Lomi oables torpezas , lavadas
y
recn gen–
<lraoas por el Bautismo , fueron las qoe
principa lmente concurrieron para formar
el grande Cuerpo de la I g lesi a , cumplien–
dos e la prophecla de D av id , que el Se–
fior con su voz, o sea con la fuerza y efi–
caci& de su gracia , haria estremecer,
y
qu ebrantaria
los
ced ros de! Libano.
P sct!–
mo
xxv111.
5. Vease S.
GREGORIO.
'
En las columnas o pilares de pla–
ta que tenia el !echo , se rep resentan los
Santos Ap6sto les
y
sus sucesores en
el
ministerio, los qu ales con la inocencia
y
pureza de vida clan firmeza a la palabra
d e! Senor, palabra cas ta , como pl ata pa–
sada por el fuego , probada en el crisol,
y
refinada siete veces.
Psalm.
XI.
7.
2
Este reclinatorio deno ta el
respaldo
o lugar que esta a las espaldas
,
y
sirve
p ara que en el descanse el cnerpo' apo–
yandolo sobre el. Se figura por el la
fe
qoe en Ios Santos obra por la caridad.
3
0
el
coxin de purpura.
Otros tras–
Jadan
su silla
,
e
endiendo que se ha–
bla aqu1 del throno de Salomon. Otros
su
cielo
,
esto es
,
Io que cubre la par–
te su perior de la carroza
~s
de purpura:
pero hemos seguido la inte rpre tac ion de
aquellos que lo explican de! tapete o pa–
fi.o que cubre los almohado nes q ue sir–
ven de asiento en las carrozas, confor–
me a aguello que se lee en el
E»odo
xv.
I.
Equum
,
et ascensorein
deiecit
in
mare.
La purpura es symbolo de la
preciosa sangre con que los Mir ryres,
principalmente en los primeros siglos de
la I glesia , la adornaro n
y
propagaro n.
4
Media
es acusativo del plural. Los
10
Sus
col umnas hizo de pla–
ta
1
,
el reclinatorio de oro
2
,
el
asiento de
purpura
3:
lo de en
medio
4
lo cubri6 de amor a cau-.
sa
de las hijas de Jerusalem:
1
r
Salid
y
ved
s,
hijas de
Sion,
•
i.xx.tras ladaron h-ro5
a:v-r
J...i06capw–
-ro-v
1
ayct?r11V
a?ro
9uya:-r€pwv
iE poUIJX–
A~fJ.
,
lo que esta en media de
et
sa–
lado de piedras de diversos colores
,
a–
mor de las hijas de J erusalem.
El He...
breo :
Su
interior enlosado
;
otros , a–
brasado ,
de amor par causa de las
hi–
Jas
de J erusalem
:
o en medio esti co-
locado el mismo amor , e.sto es
,
Salo–
mon , que con
SU
hermosura y riqueza
aficiona a amarle a las hij as de Jerusa–
lem.
Muchos entienden la palabra
chari–
tate
de Ia Vulgata, de
cosas~reciosas
y
raras, como son perl as, di amao tes , ru–
bies
,
y
otras de varios colores y muy
preciadas :
y
en este sentido se signifi–
can por ellas todas las otras excelentes
v!rtudes de que esta a ornado lo in–
terior de la Iglesia. Per.o no d_ando lu–
gar a cste sentido , el texto Hebreo ni'.
el de los
Lxx.
pare<;:e que debe redu–
cirse al de estos el de la V ul gata. El
centro de esta carroza lo 0cupa la cari–
dad, el amor, Jesu Christo.
loANN. IV.•
9.
D eus charitas est;
el qual tiene su a–
siento en el corazon de los que le son fie–
les , por cu
yo
amor se
l e~
muestra en
esta hermosura
y
grandeza , para llcnar
y
satisfacer
los
deseos de que solamen,–
te aspiran a saci arse con la vista y pre....
sencia de su amado.
s
La Espos·a
,
despues de haber de–
clarado
la hermosur a Y. riqueza de la
c,..roz:i en que iba Salomon , agradeci–
da al amor de su Esposo ,
y
deseaodo
arrastrar a todos a que le amasen a
el.
solo con el mayor afeCl:o ;
c
nvida
y
exhorta a las hij as de Si6n
,
esto es , a
todas
las almas fieles , a que se vuel–
van a contemplar al mi smo en su ma–
yor gala
y
magestad ,
y
con la coro–
na que le puso su madre sobre la cabe–
za el dia que tuvo de m:iyor alegrla,
que
foe
el de su desposorio. Acosrum–
braban antiguamente llevar Jos esposos
•