Table of Contents Table of Contents
Previous Page  34 / 682 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 34 / 682 Next Page
Page Background

EL CANTICO DE LOS CANTICOS.

3

Invenerunt me vigiles qui

custodiuot Civitatem :

2.

N um

quern di:ligit anima mea , vidi–

stis?

4

Paululum cum pertransis–

sem eos , inveni

quern diligit

anima

mea :

tenui

eum;

nee

di-

x

No se espaota oi se en.flaquece ei

amor por ningun poder humano ; y el

que es verda?ero , no trata de encubrir–

se de nadie, ni de buscar colores para

que

fo5

otros no Io entiendan ; y asi la

E sposa en viendo a los guardas que iban

de ronda, Jes pregunta

y

Jice....

2

T odo grande afotl:o trae consigo una

grande ceguedad ,

y

en el presente es

muy graciosa la que padece

la

Esposa;

pues · pi ensa que con decir :

~

Visteis a

quien

amd.

esraba entendido por todos,

como por ella , quien era aquel por quien

preguntaba. En estos

centinelas

que ha–

cian las rondas se significan los Prfocipes

de las Synagogas , los Sacerdotes

y

Sacri–

ficad.ores de ll's Gentiles , los Grandes

y

Sabios del mundo , que tienen la guarda

y

gobierno de la polltica

y

de los Esta–

dos de la tierra mientras dura la noche de

esta vida. Todos estos , di vertidos en

va-

1

rios

y

diversos pensamientos , saben po–

co de es to que es amor con verdad; pues

segun el sentido espiritual que aqoi se

pretende , con toda la alteza del saber

y

prodencia humana , en cuya guarda

.y

conservacion velan los hombres , jamas

alcanzaron ellos

a

dar muestra alguna del

amor a Christo.

M.

LEON.

Por esto quan–

do

Ia

Esposa les pregunta por su amado; o

no le respondieron , o no hicieron ca!ro

de eI!a , teniendola por fatua. L a Cruz de

Jesu Christo foe esd.ndalo para los

;u–

dfos ,

y

locura para

los

Gentiles. Que

por estos

centinelas

o

veladores

se deban

entende los que quedan referidos, se in–

iiere de lo que dice en el Cap.

v.

7. Que

estos mismos la lzirieron

,

llagaron,

y

le

quitaron

el

manto de encim•t

,

con

el

qual e11a iba cubierta.

3

No pierde

la

esperanza el amor,

aunque no halle noevas de lo que bus–

ca

y

desea ; antes entooces se enciende

mas.

Asi

la

Esposa anduvo ,

y

hallo por

3 Hallaronme

los

cehtine–

las

1

que guar

dan

la

Ciuda<l:

i

Visteis

2

por

ventu.ra

al que .

ama mi anima

?

4 Quando

pase

un

roco

de

ellos

3 ,

halle

al que ama

mi

ani–

_ma :

me

aside

el ;

4

y

n~

le dexare

'

1

c

.

I

s1 ,

o que

no

sup1ernn mostrarle as otras

genres :

y

dice , que

le

hJ!lo a poco que

se aparto de las rondas de la Ciudad. Que

segun el sentido espirirual , es cosa de

grande admirac.ion

y

de cqnsiderar,

que

antes le habia buscado mucho '

y

no le

hallo;

y

en apard.ndos.e de las guardas

de la Ciudad luego le hallo

: ·eQ lo

quc se

nos avisa , queen fas cosas mas desespe-

. radas,

y

quando toda la industri,1 huma–

na se confiesa por mas rendida

~

eotonces

se muest ra Dios mas inclinado a nuestro

favor:

y

juotamente coo esto se ve la ra–

zon , porque muchos buscando a Christo

por largo tiempo

y

con graodes trabajos;

no le hallan , halliodole otros con mas

brevedad ;

y

es porque estos le buscan

donde

el

esta :

y

no le hallan los otros,

ni el quiere mostrirseles ; porque fe bus–

can '

110

donde

el

esd ' sioo donde ellos

desean hallarle, sirviendole solo en aque–

llas cosas de que ellos mas gustan

y

Jes

caen mas en gracia , por ser conformes

a

sus

inclinaciones

y

parti cuJares joicios.

M.

LEON.

El

exemplo del Euouco de

Candaces , del Centnrion Cornelio

y

de

otros muchos - demuestran esta verdad.

4

La Iglesia dcspues de haber halJa–

do

y

abrazado a su Esposo , propone no

desasirse de el

hast~introducirle

en la

·casa de su madre ;

1

esto es , hasta

que

se salven las reliqutfS\de J.1cob,

y

Chris–

to sea introducido en la Synagoga ,

en

la

que la misma Iglesia nacio y

foe

c.:ria–

da; lo que sucedera hicia la fin del mun–

do , despues de convertirse a

la

fe

Ios

J

odfos. T odo es to q ue hasta aqu( he–

mos referido , se verifico tambien a

la

lerra en Marfa Magdalena , que era figo–

ra de la Iglesia. loANN.

xx.

I.

2.

13. 17.

Dexo su cama, quamlo aun no habia co–

menzado

a

amanecer, para

ir

en busca de

su amado : no hallfodole , va de una

a

otra parte , del sepulcro

i

los Ap6sto1es,

\