CAPITULO XII.
banum rnittitur, D eus sic vestit;
¿guanto magis vos pusillae
fi–
dei?
29 Et vos nolite quaerere
quid manducetis , ·aut quid bi–
batis : et nolite in sublime tol-
li :
.
30
Hace enirn omnia gentes
mundi quaerunt. Pater autem
vester scit quoniam his
indi~e
tis.
31 V erumtamen quaeri
pri–
mum regnum Dei, et iustitiam
cius : et haec omnia adiicientur
vobis.
l ,
32
Nolite
timere
pu
us
g rex ; quía complacuit Patri ve–
srro dare vobis Regnum.
33 Vendite • quae posside–
tis, et date eleemosynam. Facite
vobis sacculos , qui non vetera–
scunt , thesaurum non deficien–
tém in Caelis: quo fu r non appro·
piat , neque tinca corrumpit.
34
Ubi enim thesaurus ve–
ster est , ibi et cor vestrum
erlt.
35
Sint lumbi vestri prae–
ci
néti , et lucernae ardentes in
manibus vestrls :·
se echa en el horno , Dios viste
así ; ¿quánto mas a vosotros de
poquísima fe?
29 No andeis pues afana–
dos por lo que habeis de co–
mer , o beber : y no andeis ele–
vados':
30
Porque todas estas son·–
sas por las que andan afanadas las
gentesdelmundo.Yvuestro Padre
sabe que de estas teneis necesidad.
31
Por tanto , buscad prime–
ramente el Reyno de Dios , y su
justicia : y todas estas cosas se os
añadirán.
~32
No temais, pequeña grey •;
. porque a vuestro Padre plugo
l
daros el Reyno.
33
Vended lo que poseeis ,
y
dad
li~osna.
H aceos bolsas, que
no envejecen, thesoro en los Cie-
~
los que jamas falta :
a
donde la-
d ron rio se acerca
4 ,
ni los roe
polilla.
34
Porque donde está vuestro
thesoro, allí tambien estará vues,
tro corazon.
•
35 Estén ceñidos vuestros lo–
mos ,
y
antorch~s
encendidas en
vuestras manos¡J
-~
t
1vfS.
E
uo 110s ni
cedes cu alto.
No
~ndeis
como suspensos
y
dudando de la
Divina Providencia : o no hagais discur-.. .
sos al ayre. ELrexro Griego
~
fi"'Tt"e i–
l;ffl7t.
los mcreoros son
!as
cosas que es–
tán en
la
region
del
ayrc.
Y~así
el Señor
quiere dar a entender que no observemos
con inquietud la disposicion de los astros,
del Ciclo
y
del ayre , mudando de color
quando pronostican Carestía : o tambien
quiere decirnos, que acongojados y du–
dando de
la
Divina
Providencia no
levan~
remos al Cielo los ojos , como hacen los
que se hallan en la mayor
t ·
ulacion
y
,,
a
fl1'attf1. VI.
1:0,
et
XIX.
li.
Tom.I.
cuidado ; puesto que el Señor jamlts oban...
1
donó al justo ,
ni
dexó que sus hijos bus–
casen pan.
Psalm. .rxxvi.
25.
"'
En esta pequeña grey se compre–
henden los discípulos del Señor
,
sus es–
co~dos
,
y
aun todos los fieles
,
que en
comparacion del resto de los hombres son
como una pequeña srey.
·
3
Por un efcéto Cle su pura bondad
y
misericordia os dará elReyno , que os tiene
preparado desde el principio del mundo.
4
.MS.
O no
cuesta Iadrou
:
ni la
cofonde
thlla.
s
Estas palabras
faltan en el texto