SAN LUCAS.
gisperiti consilium D ei spreve–
runt in semetipsos; non bapti–
zati ab eo.
31 Ait autem Dominus •:
¿Cui ergo símiles dicam homi–
n~
genera tionis huius? ¿et cuí
silll~iles
sunt?
'
32 Símiles sunt pueris se–
dentibus in foro et loquentibus
ad invicem , et dicentibus : Can–
ta
vi
mus vobis tibiis, et non
sll!i–
tastis : lamentavimus , et non
plorastis.
33 V enit • enim loannes Ba–
ptista, neque manducans panefu,
neque bibens vinum, et dicitis:
Dacmonium haber.
34 Venit Filius hominis man–
duca os, et bibens, et dici:!is: Ec–
L
ce horno devorator , et bibens
vi–
num , amicus Publicanorum et
peccatorum.
35 Et iustificata est sapien–
tia ab omnibus filiis suis.
36 Rogabat autem illum qui–
"dam de Pharisaeis 'ut manduca–
x:et cum
illo.
Et ingressus do–
mum Pharisaei discubuit.
37 Et ' ec(,,; mulier , quae
erat in
Civita~~
peccatrix , ut
cognovit quod accubuisset i'rl do–
gma Plla risaei, attulit alabastrum
unguenti:
Doél:ores de la Ley despreciaron
el consejo de Dios en daño de sJ
mismos ; -los que no habían sido
bautizados por él.
31. Y dixo el Señor: ¿Pues a
quién diré que semejan los hom–
bres de esta generacion ,
y
a
quién se parecen?
32 Semejan a aquellos mucha–
elfos que están
sentados.enel mer–
cado hablando entre sí,
y
dicien–
ao :
~s
hemos cantado con fláu–
t,as ' ,
y
no ba
y
lasteis : os hemos
endechado ,
y
no llorasteis.
~·
Porque vino Juan el Bau–
tista , que
ni
comia paA, ni be–
bia vino ,
y
decís : D emonio
tiene.
34 Vino el Hijo del hombre
que come
y
bebe ,
y
decís : He
aquí un hombre gloton • ,
y
be–
l;>edor de vino , amigo de Publi–
canos
y
de pecadores.
35 Mas la sabiduría ha sido
justificada por todos sus hijos
3,
36
Y
rogába le un Phariséo,
que fuese a comer con él :
y
ha~
hiendo entrado en la casa del
Phariséo, se sentó a la mesa.
37 Y una muger pecadora,
que ha\3ia en la Ciudad, quando
supo que estaba a la mesa en ca–
sa del Phariséo, llevó un vaso de
~ alabastro
lleno de unguento • :·
~
1
MS.
Ca11tamosuos con
nlbogues
....
L lnuiemos.
t..
2
1\.<IS.
.l-It> el ombre gnrgnnfero.
3
Aprobada
y
rLcibida de los suyos.
La rebeldía de los malos no servil'á de es–
torbo a los escogidos para que perseveren
~n
la
fe del
Evangelio.~
así esros se edi–
fican de
J.¡
austeridad de
J
uaJ¿.,
y
del te–
nor de vida de Jesu Christo.
n ./11"nlfh.
,]{
I.
t6.
11
M ntt/1. I Ir.
4·
M arc.
r .
6.
..
MATt...n. xxv t.
7/
MAJ'lc. xrv.
3·
l o AN. x r. 2.
et
xii.
3·
Esta muger
no
de~
be confundirse ni con María Magdalen3,
de quien se habla en el Capítulo siguien–
te ,
y
en orros lugares
de
los Evangelios
4
ni con
María hermana de
Martha
y
de Lá–
zaro : porque ya hoy dia es muy proba–
ble que fueron tres personas ditrimas, aun–
que much2s de Jos antiguos Intérprete'
e Mi .,n.
XXVI.
7·
Marc.
X I V.
3·
l oann. x
1
r .
.3·