2
Prefacion
á
la Apologfa
exemplo
á
1.1
piedad de lo fieles ,
y
que se enfer–
vorice Ja tibieza de los Chrisrianos
á
la
llama de
Jos incendios de
la
primiriva Iglesia. Para fomen–
t,tr b devocion
y
despenar la pereza no hay au–
tor mas antiguo , ni libro mas ardiente , si
el
des–
aliño de la version no deteriora Ja viveza de Jos
originales. De ésta doy ·en
el
exOrdio b razoo , no
para embarg:tr la censura , que agradecen la cor–
reccion los que estudian sin confianza , sino para
q11e nadie juzgue por imperiros ó casuales los yer–
ros qne la necesidad hace forzo>os. Qnerer domes–
ticar b ferocidad de este Africano , induce necesi–
dad en los yerros : haberlos previsto, excusa.
Ar–
d11a prctension qncrcr copiar con
vulg.:ucs
pince–
les ideas tan remotas de lo vulgar : dificultosa em•
presa querer llevar sin torcer la mano por agenas
líneas : imposible asunto beberle
a
TcrtuliJno el
espíritu: despeno inevitable querer correr en las
tinieblas obscuras.
Lactando (
1)
llama á los opúsculos de Tertu•
liano
ingeniosas obJCreridades,
y
S.
Agu.,tin
(2}
utu-–
diadti1 tiniebla1
;
que en estudios de este
a11tor
lus–
u
las tinieblas son doctas,
y
Incida la obscurid1d.
Los escoliadores prohijan esta lobreguez tan ciega
á
las figuras
~riegas
que observó. Escribió hrin e11
griego ; qnedó obscuro como
el
ro1113nrc
en latin.
Yo la atribuyo
á
la cxtravagancb del ingenio, que
ppr airo es casi imperceptible , por fecundo tan
copioso ,
que
avoc:i.ndosetantas al11sioncs
y
noti–
cias , no pueden salir ordenadas ; salen en tropel
con-
(1)
L. S· Diu. in instit. cap.
r.
Tertullianut
in
loquendo pa–
rum facilis' ,,,;nus comptus,
e
mul1urn obsturut.
(z)
Lib.
1.
contra Faust.
Ajfec1a-vit
Tertu/Uanus obscuri–
ta1em.