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'
d
:,p
de su madre, las cosas
necesari~s
para el s_ustento, <lis•
tri
lia en Jos párvulos indijentes parte¡ de los
v1ver~s:
Ins–
tnu 'a de esto la madre, y no penetrando el es¡nntu que
ani
· ba en estas acciones al niño Martin, lo
repren~ia
y
m~l
trataB., como si su caridad fuese un crímen. Mas m el enOJ o
ni los injustos castigos que
~ufria,
cerraban sus m_anos para
que no socorriese
a
los mendigos .con lo que no h:ic1a falta en
su cusa,
y
que debia ser dado de limosna por la misma madre,
en caso de que su hijo no lo hiciese.
4.° Creció con la edad el amor á los pobres, y el deseo
de socorrerlos. Así es que, cuando recibido de barbero, ejer·
citaba su oficio, ele nadie exijia el honorario acostumbrado, y
·§destinaba para los pobres el que recibía de aquellos que es·
·• nfaneamente le pagaban su servicio.
5.°
R educido á estremada probreza por sus limosnas,
y . o teniendo las mas veces con que alumbrarse de noche;
sdri>J. pedir á la Señora ele la casa que le
con-iese ccm un pe•
dazb de vela. En una ele esas noches, d espues de haber cer•
·rado' Martin la puerta ele su cuarto, se puso la Señora en ace•
cho para observar lo que hacia, y por las rendijas de la puerta
lo vió a,rrodillado delante de un Crucifijo, derramando muchas
U
grimas; por lo que conf!1sa y avergonzada le dijq al di1l siguien•
te, que le daria una vela entera todas las noches que la necesita•
se. La simple ciiriosidad, ó una maligna sospechacontribuye–
ron
a
la manif
estacion de esta santa practica, en que Martinse
ocupaba
t
as
l.asnoches; pues sabiéndolo otras personas de
\~
cas · man
el consuelo de acecharle y de edificarse con su
vista. Una de estas fué Da. Ventura de Luna, hija <!le
la
Sra. dueño <le la casa,
y
viuda del capitan D. Pedro· Alvarez
Espinosa, quien refirió haberlo visto muchas veces de noche
.por las
hendi~iur'\S
de la puerta hincado de rodillas, haciendo
fervoro~a orn~·on;
y
que creia haber influido mucho para su
r:on~o
.mgreso ¡:n la Religion, la publicidad de los Santos
eJerc1c10s que p\:a.cticaba en su retiro.
. 6.° Se
d~gt¡ó
Dios quedase en esa casa antes de que
~artm
fuera
~e!tgi,0so,
un monumento que honrase
la
memo~
n.a ele su J}'el Siervo
,Y
.que hic.iese conocer el gra,do heróico 'cle
v11·tu~es
a que _lo hab1a
~ub!tmado,
cuando apenas tenia de
cl?ce
a trece a.nos.
·Habiendo pues plantado. en el-jardin de
~tch~
casa un !tmon, desde que este empezó
a
fructificar' con•
tmuo
~ando
fruto tod0 el año, lo que no se vé, ni en el pre•
sente tiempo en que s12 ha mejorado la agricultura
y
eJ.
cultjvo
de los-arbofes.
D e este prodigio hubo
preci~amente mu~hos'