-134-
,4RTICULO 5.
0
Sus E xtasis, Raptos
y
Elevacion
dfl
cue1pp.
., Estos son tres grados de omcion sobrenatural
y
sublilI'~e.,
en los que el alma iluminada por una luz infusa
y
abrasarla en
puro
y
ardiente amor, sale como fuera de
s1,
y
se en_aJena de tal
modo, que ni percibe ninguna impresion de los sentidos ester10-
re•, ni de lu irnajinacion, ocupada írni«amentc en comtempl_ar al
Divino objeto que la excita
y
atrae. Mas aunque esta definic1on
convenga
ú
cada uno de estos grados, difieren notablemente
entre si por otros respectos. En el extasis el alma es atrnida
.suavemente en el ejercicio de la contemplacion, sin que padezcan
tormento los sentidos, aunque no reciba ninguna impresion de
los objetos; en el rapto al contrario, la atraccion es violenta,
y
el
alma sorprendida por el poderoso impulso que de improviso la
anebgta cuando menos Jo esperaba, se espanta
y
estremece
ignorando si es llevada
ú
poseer en el cielo perpetuamente
á
su
amado, aunque su cuerpo permanezca s'óbre la tierra: pero
cuando este se eleva sobre ella, ni sus miembros padecen, antes
bien se vigorizan
y
adquieren mas cspedicion para el trabajo,
ni el alma se turba
y
ajita como en el simple rapto. Pero debe
saberse que esta marivillosa
y
rara elevacion 'del cuerpo, solo
se verifica en almas perfectas; que han sufrido grandes pruebas
con fidelidad,
y
que purificadas como el oro en el crisol, están
unidas intima
y
habitualmente con Dios, cuvo feliz estado llaman
los misticos, matrimonio
e~piritual,
que es cºomo un preludio de
ta Eterna Bienaventuranza.
A fantn dichaofué elevado Fray Mnrtin de un modo in·
contestable. Varias veces se le vió suspenso en el aire algunas
varas
s~bre
la tierra,
y
es creible que antes de ser exaltado. de
ese modo, tendr1a muchos extasis
y
simples raptos,
y
rec1bma
otros_muchos favores de esa especie, puesto que estos
n~
supo·
nen como la elevac1on del cuerpo, que el espirita de quien los
recibe se habia hecho habitualmente uno con el de Dios. Re·
forrré lo que consta sobre esta materia en el proceso de su
&~~ci~
.
,. Dos veces lo vió suspenso en el aire haciendo oracion
con} as rod.illas dobladas
y
juntas las manos, un hombre
á
quien
caMat1vall'!ente habia .hospedado en su celda, porque lo perse–
gma la JUst1c1a. La primera vez que lo vió del modo dicho, fué
en la Ig_lesia con la cara vuelta al Altar mayor,
y
es de creer
que sena de noche. La segunda en su celda;
y
aunque lo lla·
_maba_en alta voz, no le respondia palabra ninguna, paN.cii:ndoJe·
.rnsens1b)~
á sus repetidos llamamientos.
'