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se . reserva al Santísimo Sacramento. Llamóle tres veces,
y
no ltJ respondió,
y
hasta que pasado un rato, al bajirr la escalera,
le preguntó Fray l\fartin, ¿qué se le ofrecia? Contestóle que lo
bus<!.1ban unos rclijiosos;
y
el Siervo de Dios le dijo: "Piles
que me
e~peren."
.
8e le vió tnmbien elevado en el aire, delante del S anto
Cristo que está dentro
do
la porteria principal, donde solia
ha–
cer orac1011.
En la Sala del Capitulo parece que
foé
mas favorecido
con esa elcvacion de su cuerpo;
ú
lo menos
fué
visto muchas
Vt:ces en ese respetable lugar.
Al encender luz de noche en el Capitulo un moreno del
conventQ, viend <• elevado en el aire á Fray Martin, salió asom–
brado,.
y
llamó al Cirujano Don Marcelo liivern que se hallaba
en el <:onvento,
para
que fuese testigo de esa maruvi lla.
En-
lral'Un inmediatamente
á
la sala, no solo dicho Cirujano, sino
"\
iambien el Padre Maestro Fray Antonio Arce, y el Padre Fray
Pedro Loayza, quienes observaron atentamente al Siervo de
Dios, que se hallaba de este modo. Tenia elevado su cuerpo
cerca
de
cuatro varas, puest'l en forma de Cruz frente
a1
Cru-
cifijo
qne
está colocado en el Altar
~el
Capítulo,
y
notaron que
se encojia pnra proporcionarse al tamaño de la Imajen.
.IJes-
pue• de mucho tiempo, descendió tranquilamente,
y
saliendo del
Capí1ulo, se
fué
para su celda.
Estando gravemente enfermo, el Padre Mae•tro Fr:ty
Antr>nio Arce, de quien acabamos de hablar, mandaron al re–
lijioso Donado I•'ray Martín Cabezas, para que buscase al Sier–
vo de Dios,
á
fin
de
que como enfermero, auxiliase al doliente:
No habiendolc hullado en su celda, ni en otras partes del con–
vento, lo vió ultimamente en la Sala del Capítulo, suspenso eu
()! aife, abrazado con la !majen del Santo Cristo, y puesta la
~oca
en la llaga del costado. At:Jnite el· donado Cabezas, sa–
lió al claustro principal,
v
viendo al Padre Prescnta•lo Fray
Diego Barrio nuevo, á Pray Jeronimo Bravo,
y
á.
Fray
Fronci~co
~armno,
les dij..: Miren
VV.
PP. ese mulato, que endioi.ado y
abrazado con Jesu-Crislo, no oye !a campana con que lo están
llamando, para que cumpla con su ejercicio. Entraron los tres
rcrl~jiosos
al Capítulo, y vieron lo que les habia referido el Do–
nado. Delante de los cuatro bajó Fray Martin, y habiendole
•J?10s revelado la situacioft del Padre Maestro Arce, y su proxi·
'"!'ª _muerte, dijo: Decid al Padre Maestro, que no se apure por
auxilios temporales, sino que disponcra su cosas para el camino
cu1e todo,s hemos de .andar. Cumpfiose el pronostico, pues
mu·.
rió
el Padre
ArG'c
:\·las
catorce lloras.
'