Previous Page  182 / 214 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 182 / 214 Next Page
Page Background

- '17 4 -

2.

0

Estando moribundo de unu fuerte apoplegía, con los la–

bios<torcidos, don francisco lllaldonado,

y

sabiendo sn esposa

que unn parienta suya tenia mm estampa de fray Mnrtin, se In

pidió,

y

aplicándo a

a

la cabeza del enfermo, sanó este en el

instante. Seis testigos Jo declararon.

3.

°

Cayó del techo de una casa, que tenia treinta

y

seis pal–

mos de altura, un 11i1lo de cerca de dos <\llos, llamado

~lel.chor

Varaoda. Fracturóse el cráneo, y privado el nillo cnternmeut11

de sentidos, derramaba saugne en mucha copia, por ojos, boca

y

narices, Reputáudole sin remedio el cirujano, invocó su fa–

milia el auxilio de fray Martín. Solidóse al punto el hueso roto,

y se le reconocid'lisano en el siguiente di¡1. Cinco

testigo~

com-

probliron el suceso.

·

11.

0

.Al montar una mula dmia Mnrín Tovilla, fué arrojadll por

ella eon tauta violencia, que

110

solo le contundió la car11, sino

tambieo le dislocó lll quijada en sus dos extremidades. Como

á

las veces es dificil la reduccioo de ese hueso

1

no debe cxtru–

ñarse que no pudiesen colocarle en su sitio dos profesores¡ pe–

ro es muy de admirar que, poniéndose una estampa de fray

1\lartin con devocion y confiaaw, se introdujese In quijada en

sus propias cavidades, como se verilicó con asombDO de loscou·

cu11rentes. Siete testigos lo nseguNron jurídicamente.

5.• Despues que, por mucho tiempo; padecía de una moles–

ta estrangurria don Diego Aguilara :Fuentes, llegó al extremo·de

no poder orinar sino por un tubo de piorno que se le iutroducia

en la uretra, cuya extremidad superior sujetaba co11 µn hilo. Sin

duda el tubo no' teni11 nsas para que no se

escur~iese

11dentro,

pues c11soalmente se introd11jo, habiéndose roto el hilo que lo

contenía. Llamó varios profesores, y diciéndole estos que su

mol np tenia remedio, clamó

á

fray Martín, aplicándose una

es·

tampa suya á la parte afecta, por cuya extraordinaria virtud,

no solo tuvo la dicha de que

sp

le saliese el tubo por sí mismo,

sino tambien de sanar perfectamepte de su invetcra,da dolen–

cia, con admixacjoa de todos, y especialmente de los médicos.

Así lo declaran:u1 diez testigos.

6.

0

Aplicándose igualmente una estampa de fray l\fortin, sa–

nó en el momento dolia .Juana Centellas, de un agudísimo do–

lor de costado, habiéndola desahuciado los médicos que la me–

dicinaban, como lo afirmaron siebe testigos.

1.°

Cuando se preparaba el parnmento para sepultar

á

nn

• niño de dos años, llamado José Taboada, que,

á

juicio d.e sus

asistentes, habia fallecido de uua fiebre maligna iosnperable á

todas las medicinas, pidió su familia al siervo de Dios fray llfar–

tin que lo resucit;1se,

y

al instante se levantó el nil1o de la

u-