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simo
y
r~Yerendísimo
cardenal Vicl'oui, no omitinn diligencia
nlgmm los procuradores de la causa, el padre presentado fray
Lorenzo Muñoz, religioso del Rosario,
y
el abogado don Clau–
dio llovilland, para
el
mas pronto
y
favorable despacho. Con
,
el mismo fin se recibieron en Roma cinco cnrtas del Rey de Es–
patia, el señor dou Felipe IV,
á
mas de las que enviaron de Li:
ma el Virey, Arzobispo, Cabildo eclesiástico
y
secular, la Uni–
versidad de San Marcds, Las ordenes de Santo Domingo, Sao
Francisco, San Agnsti,n, In Merced, la Compntiín de Jesus,.San
Juan de Dios,
y
otras muchas, de los procurndoFes de
nria~
provincias de la India oriental
y
occidental, y del embajnd11r
del rey católico, pidiéndose en todas a·l Sumo Pontífice,
la
bca–
tificucion
y
canonizacion de fray Martin1
1
Por tan justas .y repetidas instancias, se despacharon
á
Li·
ma por la Sagrada
Cong~egucion,.
.con autoridad del Papa Cle–
mente X, letrns de Rótulo y iRemiseriales, y
eU
.nombramieo–
to de jueces apostólicos, para que 'fonmasen el proceso solem–
ne. Tan plausible
adveuiníien~o e~citó
el jubilo mus religioso en
todos los habitanteslde Lima, y el dia
');']
1de Oetubreideliapó de
16781por la •tarde, principió su celebracioil del modo siguiei¡te:
· Colgada la 11laza Mayou•y las calles principales de la ciudad,
salió del palacio atzobispal un paseo
á
caballo de todos los
t:é·
ligiosos del convento del Rosario) Recol'eccion 1dominicana,
Colegio de Santo 'fómás; de tníuchos sace1•dotesi seculares,
•CB·
balleros cruzad0s; miuistrds1del Cabbldo1eclesiástico, .alumnos
de los .colegi0s,'
y
•muoh0s honrados piudadanos. Delaute del
paseo iban músfüos, 'tnmbor_es.y.claniu:es marciales, y le prece.
dia el doctor <don José de Larn Gala11, lpromotór fiscal
;y
nota·
rio mayor,' llevando én su mano so,bre
u.eas,ul<Villaidorpda y n
rico patio, las letras apostólicas
Remisor.i~les,
.ncompaliándole
á
sus lados el padre máestr0< :tira:¡1 Gaspur'•Salda11a; prior
y•1•i–
cnrio provincial del coaYento del Rosario,
)1
el padr.e maestro
' fray Agustin Valverde)
y
continuando con órilen sir paseo hM–
ta las siete de la noche, volvieron al palacio arzobispal La pla–
za
y
calles por d0nde iba el lucido acompaúamierito, estaban
cubiertas de ycr.bas olorosas, se echaban dé los balcones
rt
Yen•tanas exquisitas flores; y un repique general de todas las
iglesias, que había principiado
n
las doce del dia, no cesó has–
ta las nueve de la noche . En esta, de órden del Oobierno, pu–
blicada por bando en la mañana, se iluminó toda la
ciuda~;
en los balcones de los dos palacios y en la casa municipal, se
pusieron hachas encendidas;
y
en la plaza
1
se.ctuemaron fuegos
artificiales, rebosando todos en su semblante el gozo que inun·
daba sus corazones.