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•l.ª
Antes de declarar sobre el prodigio de la tierra que se
•saca del sepulcro de fray 1\Iartin, para el consuelo de muchas
•personas de esta ciudad y de fuera, habiendo primere dicho
•Misa, pedí al reverendo padre presentado fray Francisco del
•..bco,
procurador general de esta causa, abriese el picaporte
•de
lps balaustres coa los cuales está cercado el oopulcro, para
•reconocer
y
ver si era cierto ó no lo que decian los religiosos
•de su órden, de que, aunque se sacaba mucha tierra, jamás se
•disminuía. Abrió la sepultura dicho padre,
y
la vi llena has–
.ta
a11riba, como
si
no se 1hubiese sacado de ella ni un grano de
,•polivo, HaUóse pr.eseµte el
alferez
don José Robles, quien ha–
•bia anteriorméJlterdavádo
In
sepultura,
y
sacado mucha
ti~r•rade ella, y queAambien llabia visto
á
otras personas sacando
•SQCOB
Ueoos
del mismo sepulcro, despues' de haberlo cavado.
•Al ver dicho alferez tan grande prodigio, alzando las manos
•al cielo, dijo: •Admirable es Dios en sus santos.•
•2.a
Es tanta la tierra que se saca de la sepultura donde fue
..enterrado fray Martiu de Porres, que dificilmente se creeria,
•si no Jo testificasen muchas personas de esta ciudad, que se
·•v_alen de ella en sus trabajos, dicciones
y
enfermedades, co–
•mo tambien muchos necesitados, de diferentes luaares¡ que Ja
.-piden para aplicársela, implorando el auxilio del siervo de
,Dios; siendo lo mas notable, qµe cx:trnyéndose continuamen–
,te \ierra, del sepulcro, está siempre lleno de ella. Es de tal
-.ebnsistencia la tierra, que al siguiente dia de haberla tomado,
•se necesitan picos
de
canteros
y
azadas para romperla;
y
los
•terrones se endurecen tanto, que me admiraron luego que los
•YÍ,
y
asombran
n
cuantos los e:rnminan.
H~n
palpado este
mi–
•la~ro
todos los religiosos del convento,
y
muchísimas perso–
•naa seglares, que continuamente lo refieren, y es por lo tanto
•de pública voz
y
fama. •
ARTICULO
ll.
1
•
TóllU.SE,POR hit:V!DATO DR SEÑOJl AnzomSPO, llffORMACIO)I DE
LU VIRTUDES
y
Mlll.!.GllOS DEL
snmvo
DE
Dms, y
SE TRASLADA
su
CUERPO
.(
LA,
C.ll'WLA DEL
SANTO
CRISTO.-Habiendo sido tan
ejemplar la vida de
fray
Martin,
y
tan incontestables sus mila–
gros, el capítulo provincial del
Pe~·ú,
celebr.ado
e~ ~I
año de
Ui+I,
eitendió una acta en smelog10; J lo mismo lucieron el de
Valeacia, en 1647, yeldeRoma, en 16'58. No
d~bi~ ~etardar
se
por
mas tiempo In formacion del proceso que 1uridwamente
coaaproba.sil los hechos mas 'JJOtol'ios; por lo que,
ha~iéndose
principiado por el Ordinario, en 1660, con setenta y cinco tes-
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