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1812 ,
que no ·se· han tornado el tl·abajo de estuJia1la, ni Je compai-arla
filos6~
ficamente con
la
reformada
!
i Cuautos p1·ocuran despopularizar
a
esta, hacien–
d ob obgeto de amargas declain:ic iones , sin acerta1· siquie1·a
a
presentar una ra–
zon plausible de su disentimiento
y
censura
!
La Constitucion de
1812,
expre–
&ion fiel de las necesidades <le una e poca singular) reaccion inevitable de un
principio v.iolcntarnente comprirnido, durante siglos , p o r
su
antagonista; ('")
p1·oducto exagerado, per0 altamente honroso, de la inexperiencia
po1i ~ic a
de
hom~Jres
bieu intencionados : tUVO
a
SLI
faYOr
el
prestigio del grande acOnteci–
mientO con. que se liga ra-la guerra de la in,d e p e ndencia,
y
la burr. illacion del
mayor Caudillo de los ti empos m dernos. Para q ue la Constitucion de
1837
]1ubiera
O~)tenido
un prestigio SeUlejante, 11os ha faltado desgraciadamente po–
dei- ligada con el final triunfo de las d octrinas liberal es , con
la
termlnacion
ansia<la d e la disco1·<liu intes tina , con e l restablecimiento del r eposo
y
de la
ahundancia. L os
hom~res
ilustrados pueden raciocinar sobre abstracciones: la
gran musa d el gcnero humano no toma en ellas el m enor inte1·es; quiere imi.-_
genes . Para el vulgo , tanto en Rt li gion como en P o litica,
l as
d octrinas debl'\n
v est ir un cuerpu antes d e pode1· excitar el entusiasmo . La mucheclumbre se :ifec–
t-a
mas con el signo
6
el u omb1·e ma s insignificante , que con el mas impor–
t.'.\nte princ i pio. <'.Pero es razon es ta, p a ra que aquellos que pretenJen ser
6r–
ganos
y
di1·ector es de l a opinio n publi ca afoc ten b aber recibidu un beneficio
inmenso, con incli fere n c ia
6
m enosrrecio? <'. Por v entura no estan en
la
oLli–
g acion de asegurar al puebl o que-en la posic ion actual d e l a Europa-para es–
capar d e las d os c al amiclades y: ue amagan-des potismo ,
6
democracia pura–
no existe otro r e fu g io
qne
el de la m onarquia representativa, tal como la hau
funclado nu es tros kg isl adores? ...
0
imponen
a
la vez este d eb er sagrado '
b.
hmnanidad , el p a trioti sm o , el interes propio , el h onor
y
digni.l a d d el
verd~d e:ro hombre de l etra s,
y
l a alta mision de que se han encargaclo-en vez <le
suscitar dudas' escrupulos' inqu ie tudes, de tendencia ominosa,
a
las cuales re-
pugno hacer la mas li gera alusion
?.
..... .
El
exam~n
analltico de la nueva Constitucion hecho por una pluma Jistin–
r;uida, me exime d e ten tado p a r mi r arte . Voi
a
contraerme
a
l os axiomas
9.
0
J
10 . 0
que son los cine en las anteriores p ag inas
110
ban sido tratados;
y
lo
egecuta1·e, prefiriendo
ii
las mias l as palab1·as de un eseritor acreclitado .
La
libe1·ta:l Je la pren sa no sobmen te hac e sent ir su poder sob1·e las opi–
niones politicas, sino igualmente sobre todas las opiniones del hombre. Con-
(• ) ,, Tb.e most ex.cusable of all errors, is a <lis position in the foun d ers of free·
dom to
fly
t o the 11:reatest distan<:e from the in stitutio n s which had formerly been
the instruments Of opp.res . ions. In the p ec uli a r si tuation of Spain, the
stron~est
declarati o n~
of th e rig hts of the natiofl
wcl'e
politically neceuary t<;> invalidate
the ach into whic'h the imprisoned King- might have beeu becr11;reJ. ,, •