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-234-

Gerberto, oriuudo de Au vernia

(930-1003)

monje de Aurillac,

despue. S. Pontífice ba,jo el nombre de Silve.'tre

n,

est¡ldió enCór–

dob,a, tuvo relaciones científicas con los árabe

y

judíos de Espa–

ña, sobre alió en las ciencias especialmente en las matemática,

~

introdujo en Europa los números arábigos.

11.

P rincipios de

las~displitas

sobre los mllvel'sales.

El objeto de.esta disputa era definir de qHé naturaleza sean

. . las cosas representadas por jdea universales, especialmente · de

qué naturaleza sean les géneros

y

especies, ó si los géneros

y

es- '.

pecies, v. g. la animalidad, la humaniOad, el color, etc., sean algo

que exista en sí, en larnisma naturaleza de las cosas,

ó

como di–

oen

á

parte

1'éi,

ó si no son mas que meras ab tracciones

Ó

COD -

1,

cepciones de nuestra mente

ó

meros nombres. Los nominales

ó

nominalistas pretendian que en la naturaleza de las cosas solo

eDsten los indi viduos;

y

que los géneros

y

especies

y

tollas las

ideas unive.r ales no son mas que meros nombres. Los reallstas

enseñaban que las ideas de los géneros

y

de las e,pecies repre–

sentan algo que existe realmente

á

parte?"(j,

independientemente

de los individuos

y

de nuestras concepcioues. Los conceptualis–

tas aseveraban que los uni versales ni existen en sí, ni son me–

ros nombre, sino que son concepciones de nue. tra mente. Esta

opinion no tuvo muchos secuaces, porque no se diferencia esen–

cialmente de la opinion de los Nominalistas, los cuales afirmando

que lo ' universales son meros nombres

l

no negaban que estos

nombr s tuviesen alguu sentido,

ó

exprimiesen alguna

COll–

oepcion.

Es ~a

cuestion no deja de t E;lner su importancia, ¡mes envuelve

la cuestion del origeri

y

objetividad de nuestras ideas. Pues ase–

verando los r ominalistas que todas las ideas uni versales nada re–

presentan objetivamente, sino que son meros pombl'es 6 meraR

abstracciones de la mente por lo mismo negaban la bjetividad

de la razon pura

y

caian en el escepticif\mo objetivo. Por el con–

trario, afirmando los realistas que las

idea~

universa·les r epresen–

tan algo que exi te objetivamente, defendian la oQjetividad de

las concepciones rarionales,

y

el fundamentú mismo de la certe–

za. Empero como los Rea,listas no disti nguian las concepciones

experimentales de las concepciones racional es

y

atribuian

á

en–

trambas la misma e pecie de objetividad,

y

alguno. de ellos exa–

geraban de tal modo la objetivjdad de los uni versales, que redu–

cian la existencia de los enbes individuales

á

UD

mero accidente,