DE PHOCION.
Se nos dice, que en Cartago se ocupan
sus Ciudadanos en su comercio,
y
riquezas,
mientras que los soldados comprados
á
pr.e–
cio de dinero, Je han adquirido ,
y
conser–
van.ell1:i;¡perio de Africa. Pero nada me ha·
ce vJcilar este
e¡¡~,plo:
Si esta República,
a111ado
A
ristias ,
01~IDostrára
sus riquezas,
su poder, sus exércitos,
y
sus navíos, como
hizo Creso ver su tesoro
á
Solon, para pro–
barle que
era
el hombre mas foliz del uni–
verso, responderia
á
los Cartagineses, que.
he visto una
Rep~blica
pequefia, que no
cu–
bre
el
mar con sus baxeles, que ama su po–
breza , que tiene pocos Ciudadanos ,
y
vasa- ·
llos, pero ·todos soldados,
y
creo que está
su feliciddd mas afirmada que la vuestra.
Si se indignaban de mi libertad, les di ria:
·¡ Por qué quereis que aprecie una prosperi–
dad , que pueden deshacer mil accidentes,
y
que est.í ligada
á
unas circunstancias, qneno
pueden subsistir? Esperaba Solon
á
que
muriese Creso, para juzgar de su dicha: así
tambien sin aturdirme del poder de los Car–
tagineses, para juzgar de su prosperidad , es–
peraré
á
ver cón10 resisten
á
las
priLneras
empresas
¡le
sus mismos exércitos ,
y
si tie-
nen
Estado, en que el Ciudo.chtno no quiere rom!l.r el rrabajo <le
.str sold;1Ju ,
de~ ~er
flobcrnado por soldados,
ó
por aquellos
qu~
tienen :irte,\!
industria para hacerse dueños de los exer–
Cltl)S.