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DE PHOCÍON.
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que han honrado la República nuestra. i
Y
qua11 dichosa, y floreciente seria hoy Athe–
nas , si por el órgano de las leyes, y boca de
Jos Magistrados hubiera persuadido á todos
los Ciudadanos Ja Política lo que Sócrates á
sus d iscípúlos
!
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.
Si no conocdY los Bárbaros este amor: si
esta virtud, ya debilitada en la Grecia, se ha–
ce de dia en dia infinitamente mas rara, que
lo que era hace un siglo; no creais que ha .
sido mas liberal
Ja
naturaleza con nuestros
padres, que con nosotros; ó que por una
injusta predileccion, le ha parecido distin–
guirnos de los extrangeros. En todo tiempo,
y
en todo lugar reparte igualmente sus be–
neficios; pero no sabe Ja Política aprove–
charse de ellos en todas ocasiones. Durante
la guerra de Medo hubieran mostrado los
de Thebas otro tanto valor , como dexaron
ver de timidez , si hubiese encendido en su
corazon un Epaminondas la apagada idea
del amor
á
la gloria.
¿
Cómo quereis , que–
rido Aristias , que esta virtud se atreva
á
pe–
netrar la Persia ,
y
producir en ella algunos
frutos? L os secará todos un soplo contagio–
so. No hay recompensa imaginada para hon–
rar la virtud, solo con que algun vicio no se
adorne insolentemente de ella. Siendo una
Corte
el
alma del Imperio, si esta embele–
sada en los placeres, no tiene con quien re-
par-