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creencia general en
la
•Divinidad, haciendo abstrac–
cion de número.
Agreguemos, en fin, que es fácil comprender que
el politeísmo ha debido prnvenir de alguna fuente
de preocupaciones, sea de que los hombres domi–
nados por las cosas sensibles eran incapaces de ele–
varse hasta la idea. de un solo Dios que no está su–
jeto á. lossentidos, sea de la debilidad del espfritu
huma.noque, midiendo el poder divino por el suyo,
multiplicaba la Divinidad para que pudiese ser bas–
tant,e al gobierno del universo, sea, en fin, resulta–
do de las pasiones que buscaba.u, en los ejemplos
de los dioses,
la
excu!;a
ó
la
justificacion de los vi–
cios de
la
humanidad.
SEGUNDA PRUEBA.
La
ley
natural.
La eoncieucia humana distingue en todas partes
el bien del mal y reconoce la obligacion de hacer el
uno
y
de abstenerse del otro, es decir, la existencia.
de una ley gravada en nuestra alma: toda ley su–
pone un legislador, esto es, una autoridad que la
impone, y como este legislador no puede ser el hom–
bre, porque la ley natmal existe en él, independien–
te de él, y
mal
de su grado, es decir, aún contra su
voluntad, es claro que debe ser un poder superior
a.l mismo hombre, que no puede ser otro que Dios;
luego existe Dios.
Lo propio puede decirse deducido
de "los remordi-
11iientos
de
nuestra concienciq,,
que están en nosotros,
mal de nuestro grado, y que solo pueden tener por
causa
un
poder superior al hombre.
PRUEBAS FÍSICAS DE LA EXISTENCIA. DE DIOS.
Las pruebas
fisieM
ó
cosmológicaa
son de tres
clasea
y
se deducen:
1.
0
de
la
creacion,
2.º
del
mo-
1,;-imientu
de
la
materia
y
3.º
del
5rden del
uni1:enw.