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Curiosos son
los
datos que suministran los
es–
critores antiguos sobre los primeros ensayos he–
chos por Coster y Guttemberg hasta llegar
á
im–
primir un libro, y entre los partidarios del prime–
ro y los del segundo han venido sosteníendose
larguísimas polémicas y acaloradas disputas para
hacer prevalecer sus respectivas opiniones á fa–
vor de uno
y
de otro de ambos inventores; de cu–
ya lucha han quedado, por fin, victoriosos
~os
partidarios de Guttemberg, sin
desconoc~rse
los
méritos contraídos también en parte por Coster
á la gloria de tan grandioso descubrimiento.
Expondremos brevemente, sin comentario algu–
no, los alegatos de ambos adversarios.
Los escritores partidarios de Coster, dicen: que
paseándose éste un día (en
1420)
después de la
comida, en un bosque cerca de la ciudad, se entre–
tuvo en grabar letras en cortezas de haya, c.on
cuyas letras reprodujo sobre el papel, imprimién–
do unas después deotras, un modelo compuesto
de varias lineas para la instrucción de sus hijos; que
después, ayudado por su cufiado Tomás Pedro, in·
ventó una especie de tinta más viscosa
y
adheren–
te que la que se usa para escribir, logrando impri–
mir cierto número de ejemplares de la obra titula–
da
Speculum nostra salutis (EspeJo de nuestra sal–
vación),
cuyos ejemplares pudo vender como co
pías manuscritas . .Su procedimiento tuvo tal éxito,
que se vió 6bligado á asociarse con varios indiv-i–
duos, celebrando con ellos un pacto solemne por
el cual cada uno se obligaba
á
no revelar los
secretos de este invento, pues que la ruina
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la
fortuna de todos dependía de la discreción que se
debía guardar sobre el proceder que empleaban
para imprimir, pacto que, se dice, fué guardado
con fidelidad por los asociados duranteveinteaf'ios.
En ese largo espacio de tiempo emprendieron tam–
bién, se agrega, .la impresión del libro titulado
Horarium Laurentt.arium,
de formato en 4.
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,
impre-