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B.
PÉR~Z
GALOÓS
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gotas q ne
á
la .sazón caían. Abalanzóse el
gentío
hacia
Su Ilustrísima para bosarle el _
anillo
9
y
muy difícil
le fué
á
D.
_A}Jg~1
llegar
á
la Abadía para orar breve
rato~
De la Aba–
día .á la casa
continu~ron - Ias
apreturas,
y
fllÓ
preciso que
la .autoridad
municipal,
sie~pro
vigilante en lo
que
al
buen orden de l,?s
pue–
blos se refiere, interviniese
para
apartar
á
un .
lado
y
otro
á
la pegajosa
muchedu·robre.
Cuando el Prelado entró en la casa,
qu.iso
orar también un )rato en la
capillita
de ésta;
'pel'o le
advirtió su
hermano
que .estaba ftiera -
de
uso
por hallarse en
reparación.
En la ' sala
baja,
el .Prelado
convel'só 'un
l'ato
con
las emi–
Ílüll~ias
ficobrigenses que
habían salido
tí.
recibirle. "-
En -la casos había
gl'an
mov,imiento. de
per–
SOllas que '
iban de
aquí
para allí,
y
snbí~n
y
bajaban. Gloria se dirigía'
precipitadamente
á
la
escalera
para
.8ubfr
á
dar ciertas órdenes,
, cuando eucaró con un joven. Ambos son - _
rieron: ella
CO~
sorpl'esa,'
él
con alegria.
El sefior
Obispo·
habia traído consigo
á
tres
personas, dos del orden
sacerdotal
y
lln:láica. \
Elláico era
un
joven como de treinta afioSJ
,
I
muy
'cumplidos,
delgado
y
rubio,
4
e ojos obe· .-
euros acompaftadoB
de
sutiiísimas g,afas. d;)
G~O.,
cejas muy ru'<l.ueadas ·
C01UO
curva,
di) .