.
-
2,26 .
B. PÉREZ a 'ALDÓS
-
tu espiritu, diciendo: ,
e
Seilor, tómalo
todo,
te.–
ma
todo
" ~o
que
r~cibf
de
tí.
.No quiero
ya
'na–
da que no seas
Tu,
Tú
solo,
ni más
amor que
el tuyo por
ente~o.
Abrásame
en
tu fuego,
y
hazme
temblar
noche
y
día con las dulces
an–
sias
-de amarte
incesantemente",
con·templán–
dote, oyéndote en mi
interior,
magnificándo–
m~
con tu gloria', pádecielldo con tu pasión.
. Este resto de
existencia
que
'conservo,
mien–
O"
tr,as no me
lleves'
á
tu lado,
sólo
~~rá
para
te..
l1,er voz con que
nombrarte
á
todas
horas, la–
bios con que
besar
tu
santa
imagen;
y
si das
á _
'mi,
cuerpo el
santo torme.nto
de que me
du~l~n'
tus
heridas, mayor gozo tendrá mi al–
ma. Perezcan
108
·Qjos d_e mL cuerpo, que de
n ada me
sirven,
y
a~f
te
verán mejor
los
del
alma. Perezca
n:ti
hermosura, que no por ella
te he de
agradar,
·sino
por Ja
pureza
y
la vio–
lencia
de
mi amor.
~oy
' toda
tuya, Set'ior,
y
a un así
no
creo'.ofrecer
bastante al
q~e
murió
por redimirme
del
pecado.• .
Dofia
Serafina
se
había levantado,
y
con
8\1 '
majestuoso
ademán
daba
más
energ~a
y
real-
ce
á
su -admi rable elocuencia.
cLo
que
usted-
dice-manifestó
Gloria.–
resuena
'en mi
corazón como un eco del
cielo.
-Dio8
aceptará
tu
sacrificio
y
lo premiará-