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GLORtA
93
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~Es
limosna,-repuso con gravedad
, el ~ta.
bernero.
/, ~,
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-Caridad-a1'iadr6~un marinero.-:-NoRotr~8
somos así.
~.T:'
e
. -Tú
me salvaste la vida,-dijo Morton.á
QJlO
de' ellos', . p9.niéndole la mano en
el~. pecho.
-Sí: ese, e's mi oficio. :
"":"Pues bien-.aÍiadi6 'el ,hebl'eo.-Dame
.
.
Vihóra un vaso de agua, Dios te lo pagará.,
, El
m~rinero
trajo el vaso de agua. Morton,
después de beber, salió llevándose. el pan'"
Ya con tan ptecio\sá conquista sintióse
me~diall~el;lte
satisfecho, como Robinsó.n
r
cuan–
do
en
su isla desierta alcanzaba de la Natura·–
leza los primeros dones para prolongar su vida.
Póqúísima gente había ya -en las calles de
Fi–
cóbl'iga, por lo cual Daniel experimentó gran
consuelo, habiendo llegado 'el
casó
de
que
,
l~
aproximaciÓn de cualquier humano rostro
le
produjese miedo y vergüenza. Si
en
s~
solita–
ria excursión por las-calles sentía pasos,"
vol~
víase, y apresuradamente tomaba ota.'o
camino,
como' éllá<h'ón que 'huye éon su robo mál co–
gido en lae trémulas manos. Cualquiera habría
visto en él
á
un desalmado que acababa de
-
-
robar un
'pan.
.
Con ·ser tan frugal su
~ena,
le gustó,
á
ca-u–
sa del hambre que
pad~cía,
más que ' cuanto.
/
"