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B. PÉREZ GALDÓS
-¿Cómo?
J \
-Oyéndole.
--
.
.-¡Pues qué...
I.-.exclamó Serafinits.CQD
te–
.
rror.~¿Ese
hombre...
? '
-Va
á
lleg.ar.Le he
llama-do yo.
~
I
-¡Ventura, Ventural...•
,
-
Serafinita
no
pudo
decir más.
Era i.ncapaz
de
cólera;
pero su corazón
se llenó de
penaa
I
~
Emprendiendo
con frenética 'actividad
su obra,
fijaba
SUB
animadas'
pupilas
en las
puntas de /
las dos agujas,
que parecían,
las
espada:s
de '
irritados
duelistas
que
,se
batían
furiosamente. '
. Después
de
un rato de ,
silenci,o,
Serafinita
dijo:
-
e
¡'V'entura, Ventura!. ..
¿Has escrito
al
he–
·breo? ·
-Sí,
y vendrá.
- ' Tal vez
no.
Ya
sabes que
~n
Diúiembre ' . -
estuvo
aquí,"
y
nuestra
sobrina
no quiso
re- .
cibjrle
~
-Ya lo sé.
.- y
que le ha escrito.muchas cartas .••
-Sin que ella se
haya
dignado
leerlas.
También lo sé.
,.
-
-Pues
ahora tampoco
le
recibirá.
-Allá
lo
veremos.
No
creo
que mi venida
á
Ficóbriga sea
en
balde,
ni que mi
autoridad
soo una irrisióD
1
-dijo
Lantigua
demostrando
~
I
,1