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,
,
GLORIA
, 255
nes del soldado de Cristo,
y
su detestable afee-
,
to á un impío ext:.;anjeroj pero respetando
108
designios de Dios, bajaba SUs párpados oran–
do para sí,
y
enlazaba los dedos
d~
ambas -ma-
1l0S,-
l"ozando una con otra
~a
yema de los
pul-
~
gares.
..
/, cDios lo ha dispuesto así" pensaba.
\
Romero bajó también á saludar árla sef1ori..
ta de la
~asa.
- ,
.
cUna queja tengo de
uste~,
sefior cura,-"-le
dijo Gloria,
de~pués
que le oyó alabarse de sus
"
-
recientes hazafias. -
-.....¿Cuál, querida nifia? ¿Una queja de mi?
-Que mllndara usted arrojar de la sacristía
al
pobre Caifás. ¿No-es un dolor..•
?
- -1Ab,
tunante, borrachol Pero no debe que- .
- jarse,
p\le~
según me han dicho, está hecho un '
, potentado.
-¡
Ah,
sil ••. --':murmuró Gloria turbán–
dose.
J
-Al
entrar en Ficóbriga, supe que Mundi-
"
deo
ha
pagado todas sus deudas
y -
desempe-
nado toda su ropa... Vamos, que está rico.
-Mi
sobrina
y
yo- dijo Su Ilustrísima
son ~
riendo,-le dimos algún socorro, pero no era
para tanto.
Si
no se
ha
repetido el milagro
de
la
multiplicación de los panes•..
~Pal'a
milagrosestamos-atiadióelcura.-"- -
"