,
,
;
o
GLORIA
2~'l
Lantigua, - es decir, ocupij,ndose excesiva..
men te
y
con gran furor de lo qne nada le inte·
resa.
- -Me ocupo de salvar de la calumnia
á
un
inocente.
-¿Y
cómo sabes
tú
que es inocente?
Va–
mos
á
ver..• Lo mejor es no hacerte
CR80
y
de:
¡arte con
tú
tema... Con que, señores, vámo- ,
nos
á
comer. Hoyes
día de alegría.» --,
El cura les detuvo antes de pasar -al
com~dor,
y
solemnemeute habló así;
cSeñores, sefiores.••
-¿Teneluos
discqrso?-preguntó
D.
Juan
viendo que, después del
voc~ti
vo, el buen
pá–
¡'ro
o
alzaba el brazo derecho
en
la acfitud
-Seilores: espero
que
mat'lana todos los
presentes, empezando por Su Ilustrísima el 're–
verendo Obispo
de
***,
y
acabando por nuestro
insigne
y
valeroso diputado Sr. del Horro, me
honrarán aceptando mi meSR,
y
l1na
hidalga
reunión en mi finca del Soto de Briján. De es–
ta manera sencilla,
y
por medio de una frugal
comida, piensp que celebremos nuestra victo–
ria, sin ruido, sin mundano estrépito, sin
pompa, sin jactancia, como se reunían, los
primitivos cristianos en aquellos piadosos ban–
quetes•.•
»
.7
I