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'
-'-~-----------=---------------------
I
terJ·no
está
com.prendida
en eso de...
nadie,
por~ue
usted
'es
la Divino, Pastora,
un. ángel
.del"
Cielo. '
~
Yo
no
revelar'
.el
secl'efo-dijo
la
de.
LBn·
tigua
dominando
su.
emoción,
la cual
era
tan
gr~nde,
9.ueapena.. la dejaba respirar.-Pero
, dime
CÓlno
vino,
cuándo,
qué
habló
contigo.
-Hablamos
poe.o.
El
estaba
ya
enterado
de.
mi
situación. PregOJntóme cuánto
debía.o.
¡Ayl
yo
había·
cantado
muchas
veces
en
el córo:
cAl–
zad, oh
p~íncipes,
vuestrás ,cabezas, '
y
alzaos
vosotras,
puertas eternas,
y
entl',ará
el
Rey
de
gloria•..
~
mas
Cai~ ~l
feo, Cairás el malo,
no
había
visto
que
se
'abrieran las
puertas
ni
que
&I)trara
para
él
nin~11.n
Rey
de gloria. :.
Pero '
.' ayer
vi
eso; vi, comt1 se suele
decir,
abi~l'to
de
par
en
par el
ci~lo,
cuando
~se
hombre
me
~ijo:
·tl~ma,'
y me
dió de
un
golpe
todo' lo
que
nece–
.sitaba.
,4
~Es
muy
ricO\-dijo
Gloria.
-Más
>rico
debe
de ser D. Jgan
Amarillo,
y,
sin
~lnbargo
..•
Cuand'o
mi
favorecedor,
'mfen-
I
viado
de
Dios,
8.,largó.
su
mano
y
me puso el
di~el'o
aquí,
y
cerró el
pufío
con
-sus
propios
dedos,
yo
le
miraba
creyendo
sot1~r.
Me
vol
vi
. tonto: ni siquiera supe darle
las
gracias.
Des–
pllés
me eché de
rodillas, y
llorando le besé los /
'\lles.
El
me
levantó;
y
abrazándome...• ¡porque
'
.