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B. PÉREZ
GAM>6s
",'
b
me
llame
á
juicio"
podré
decirle: cISe1\or, he
gana,do
una
batalla
al enemigol»
-¡Oh,
tío, tío de mi álma!-exclamó ··Glo.
,ria, '
besando
con.
frenesí
las manos del Ptela–
do, trémulas
a~n
por la oración ·oratoria.---:
JUsted es un santol
. - ,
1.
-Santo, no; pero al
co~siderar
este caso de
que
ahora hablamos, no se aparta de
mi mel:l- .
te el recuerdo
4e aquel gentil
llamado 88ul0, .
que después fué glóriosísimo apóstol. Yo sería
feliz '
desempefíando
el
papel de Ananías,
que'
por mandato de Dios corrió
en
busca,
del per–
seguidor dé la Iglesia,
y
le dijo:
e
Saulo
ber~
mano, el
SetiQr Jesús, Ique se te apareció en
el camino por donde venías, me ha
enviado
pSi'a q \le
recobres
la vista
y
seas lleno..
l1el Es·,
pb:itu.
Santo.»
Y
al instante
cayero~. ~,e
SliS
ojos
u~as
como
.escamas~
y
rec,n»t;
Ij':' v~~a,
y
levantándose fué bautizado.
-¡San Pablol
-Una de las más gloriosas
conquistas
dé
la
fe
cristiana,
si. Aquel
hombre
era tan
des..
I
pejado, que' Nuestro Sefior quiso traerle
á
su
servicio'
y
le trajo.
Hace
d,os 6
tres
días que
DO
pienso más que en esto,
y
cuanto más ·trato
á
ese joven,
y
oigo
sus
palabr_8s,
y '
mido
la al- ·
tara
de su
discernimiento,
más vivos son mis
deseos
de decirle:
8au,lo
her.~,
J.ucri.tor.