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.
-
,
142
.
,
.
,
.
B• . PEREZ GALDOS
-Sí
que
.es
ul!lt1rláet,ima.••
Te
co~fie~o
que
estoy 'verdaderamente
afligid~"
afligidísimo.,
---Si da
gailas-de
correr hacia él
y
'gritarle:
_
c¡Ca~'allero,
por
Di,os,
sálvese
usted;
á
dónde
va
uste~
...
1V
éngas'e usted con no.gótl'os.:t
"
-~
usto,
como cuando
miramos
á
un
ciego ___
-
,que,
por
no' ver el
ca,mino,
se
va
á
caer en
un pozo.
Has
"interpretado
á
maravilla
mi
pensa~iento
• .Yo .
estoy'
desaso~egad~
de.sde '
que ese joven
está en nuestra casa',
y
el día en .
~ que
le
vea
marchar ten.dré un
disgusto...
qUle. · .
.
r~
decir, si
se
mal'chá como ha
entrad0~
ciego,.
-Protestante.
. '
. -Cabal.
y .
me parece que soy
.indigu6:.-.
apóstol .d.e Grieto si 'no ·consigo... .
(
- ¿Con
ver tirle?-
preguntó la
se110rita con ' '
indredulidad.
.
.
.
.-¿Te 'parece
difícil? Otras cosas
.más difíci·
les se
han
visto realiz.adas. Es
impos'ible que,
Dios haya creado· un ejemplar tan hermoso de
- la persona humana
para
dejarle perder.
¡Quién
~abe
si
su
sabiduría infinita encaminó
á
6sta
hombre'
á
nuestras playas
abriéndole c-on el
naufragio' .el
camino
de su
salv~ciónl ~
- ¡Oh, .
quJén
'Isabe!-exclamó
Gloria ele..
vando sus ójos al.
cielo
como
para pl'eguntarle
si
era
verda.d
!ti
suposición de su tío.-¡Diol
dispone tan admirablemente las cosasl
(