

Biblioteca Nacional del Penl
------------------------
corregidor, sin importar que fueran mestizos, indios de segundo rango, forasteros
y despues de la rebeli6n incluso criollos- que no estaban debidamente
legitimados por las comunidades, lo que explica el aumento indiscriminado de
procesos contra «caciques intrusos». La segunda coyuntura la podemos encontrar
en la insurrecci6n de 1780, que puso en evidencia el potencial poll'.tico de los
caciques como lideres de movimientos sociales, aunque tambien las diferencias
que habia entre ellos.
201
Las autoridades coloniales dan una serie de dispositivos
legales, recortando los alcances del cargo y redefiniendo sus funciones hasta
practicamente anularlo. Como primera medida se eliminaron los «cacicazgos
rebeldes» desmantelando la red de apoyo de
TupacAm.amy quedando cacicazgos
vacantes cuyas plazas fueron cubiertas en ocasiones por criollos. Un segundo
paso fue congraciarse con los «caciques neutrales» y premiar a los «caciques
leales».
202
Al mismo tiempo se decret6 la erradicaci6n del sistema hereditario
de acceso a los cacicazgos.
203
O'Phelan demuestra que la «legalizaci6n del
reparto» y «la gran rebeli6n» son «... dos componentes coyunturales cuya
presencia se conjug6 en el siglo xvm, influyeron incuestionablemente en
precipitar el declive de la instituci6n cacical.» (O'PHELAN, 1997:39). Esta, pues,
en contra de lo que tradicionalmente se ha afirmado, en el sentido de que la
decadencia de los cacicazgos fue un fen6meno del siglo
XIX.
Ante la desarticulaci6n del sistema cacical, el Cabildo de Indios fue
consolidandose como vocero de las comunidades
204
y se produce- una lenta
suplantaci6n de los caciques por los alcaldes de indios, desintegrandose la
dirigencia tradicional de las comunidades indigenas. El alcalde de indios estaba
mucho mas supeditado a las autoridades peninsulares por la duraci6n anual
del cargo. No llegaba, por lo tanto, a consolidarse en su puesto ni a tener
continuidad en sus gestiones.
Una tercera coyuntura fue la creaci6n de las intendencias y la deposici6n de
los corregidores, dandose a los intendentes poder para nombrar y confirmar
alcaldes de indios en desmedro de la autoridad del cacique, incluso los lazos
de reciprocidad que funcionaron tan eficazmente durante la rebeli6n,
201 las rivalidades entre caciques produjeron una fisura en la instituci6n cacical. O'Phelan sostiene que
estas fueron de origen etnico, social o personal, y que en algunos casos tambien se trato de una guerra
entre Jinajes. Menciona que Choquehuanca y Pumacahua tambien eran caciques prominentes que
reclamaban descender de los incas y tenfan solvencia econ6mica y prestigio, de ahl que negaran su apoyo
a Tupac Amaru.
202
La
Corona distribuy6 medallas, en reconocimiento a sus meritos, con el
fin
de destacar la actuaci6n
belica de los caciques locales; para muchos esto constituy6 un mecanismo de ascenso social. A otros se
Jes concedieron pensiones de gracia.
203 Estas medidas afectaron particularmente a las provinclas que estuvieron mas seriamente envueltas en
la insurrecci6n, pero involucraron en general a todos los cacicazgos.
204 Es interesante observar, por ejemplo, que en la ultima decada del siglo
XVIII
muchos pleitos por tierras
fueron llevados adelante por los alcaldes de indios en lugar de asumirlos los caciques.
144