Lectura para construir un pals democratico con equidad social
publica, la lectura y la escritura deben considerarse, ademas,
no solo como un problema pedagogico, o una practica
individual sino, ante todo, como una practica profundamente
social izada.
Como tantas otras practicas culturales, el acto de leer y
escribir esta atravesado por motivaciones y representaciones
sociales; no escapa a los determinantes economicos,
tecnologicos o institucionales; y se traduce en un amplio
repertorio de practicas y modalidades diversas. Una polftica
publica de lectura y escritura que pretenda servir como
instrumento de inclusion social no puede adoptar una
concepcion unfvoca y excluyente de la lectura y la escritura.
Por el contrario, debe estar abierta a reconocer que no existe
una forma privilegiada de leery de escribir comun a todos; lo
que existe mas bien es un universo muy disfmil de actores
sociales que ponen en j:>ractica distintas formas de leer y
escribir
-lecturas
y
escrituras-
con valoraciones, finalidades
y expectativas muy diferentes. Si bien es verdad que una
po
If
ti ca pub
Ii
ca de lectura y escritura no podrfa concebirse
sin un liderazgo decidido de parte del Estado, tambien es cierto
que ni su formulacion ni su gestion pueden ser una
responsabilidad estatal exclusivamente. Si entendemos
Jo
publico
como el punto de encuentro de los intereses colectivos,
las
polfticas publicas
deben entenderse como toda forma de
accion .organizada que persigue objetivos de interes comun,
mas que como el conjunto de las acciones estatales. Las
polfticas de lectura deben reconocer el papel clave que han
tenido, y deben seguir teniendo, las instituciones, las
fundaciones, los organismos internacionales y las
organizaciones de la sociedad civil en el desarrollo de una
cultura escrita en la region.
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