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L

as

empresas

-

país y

la gran

T

ransformación

Los inicios de la Repartición Individualista

Hasta la fecha, y desde hace unos diez mil años aproximadamen-

te, se han ensayado múltiples formas para eliminar las grandes

desigualdades socio-económicas, otorgar a cada ser humano una

igualdad de oportunidades ante la vida, corregir el comportamiento

abyecto del ser humano, eliminar el trabajo infantil; pero los es-

fuerzos y el costo en vidas humanas han sido ineficaces. Palabras

como Libertad, Igualdad, Fraternidad, fraguadas en una gran revo-

lución, han quedado vacías de contenido.

Todos los ensayos han terminado por dar mayor fuerza y poder

a la clase social dominante. Incluso en América Latina, y muy

particularmente en Perú, como respuesta a estos intentos, grandes

movimientos sociales han sido exterminados a sangre y fuego, sin

que se logre el objetivo. ¿En dónde radica la falla de todos estos

movimientos de gran cambio, de Transformación? En todo caso,

¿es realmente posible revertir la situación?

Realizada la investigación científica, la respuesta es muy simple.

La raíz del mal se encuentra en

la Repartición Individualista

del re-

sultado neto de la actividad económica. Y La Gran Transformación

es posible. Aún más, es inevitable. Para comenzar, ¿qué significa

la Repartición Individualista, cuál ha sido la evolución histórica de

este concepto, cuáles son sus implicancias y, sobre todo, es posible

eliminar sus efectos perversos como la pobreza, el desempleo y la

gran corrupción?

En la evolución de las formas de trabajar (procesos de trabajo),

la Humanidad logra un paso decisivo cuando descubre la tierra

cultivable. Con ella se da inicio a la agricultura y la ganadería (dos

procesos naturales de producción). Por fin, los grupos humanos

pueden convertirse en sedentarios, construir casa y familia. Pero,

al mismo tiempo algo terrible les espera.

La tierra cultivable, elemento fundamental de un nuevo proceso de

trabajo que, por su eficacia en la producción de bienes económicos,