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P
ara
salir del atraso desarrollemos
la
economía
inmaterial
del ser humano. Ese balance tiene que hacerse en función de las
habilidades y satisfacciones de la persona, y de los requerimientos
de la familia, el trabajo y la sociedad. Pueden existir grandes tiem-
pos dedicados solamente a la familia y la sociedad o solamente
a la familia y el trabajo pero que, en el total de la existencia del
ser humano se equilibren los tres estamentos (familia, trabajo y
sociedad). Y es la autonomía y madurez de cada ser humano que
jugará un papel importante en el uso de un tiempo total disponible
equilibrado. No obstante, la sociedad estará siempre presente para
recordárselo a cada instante.
Este requilibrio del total de tiempo disponible de una persona de-
berá llevarnos a variar nuestra percepción sobre el otro. Porque
nuestra vida de asalariado nos lleva rápidamente a denigrar la per-
sona que “no hace nada”. Visto que nuestra vida es solamente
de trabajo para supervivir, nos “fastidia” que otra persona emplee
su tiempo en “no hacer nada”. Es la percepción de un asalariado
que reflexiona a partir de su condición de asalariado. Pongamos un
ejemplo. Es el caso del profesor que aparentemente “no hace nada”
cuando da vueltas reflexionando. En realidad, es uno de sus mejo-
res tiempos: el desarrollo mental de sus labores del día siguiente.
Lo que sucede es que para el asalariado no existe ni existió tiempo
para la reflexión, menos para la familia y la sociedad.
¿Qué es un tiempo disponible dedicado a la sociedad?
Tiempo de actividad destinado a la sociedad
Pasamos por las calles, vemos papeles y basura por todos lados
pero, seguimos caminando rápido porque tenemos prisa para llegar
al trabajo o al centro de estudios. Nos molesta que las calles estén
sucias, con huecos, con carros en todos los sentidos, con una bulla
infernal, pero no hacemos otra cosa que mortificarnos.