JI
PROLOG O,
Los Religiosos franciscanos observantes
y
descalzos para llenar
su obligacion han necesitado dedicarse constantemente al estudio del
idioma arabe,
y
han dado por .este medio copioso fruto de doctrina
y
edificacion en la Tierra-Santa
y
sus cotifines, superando con su apli–
cacion las dificultades en que se -veimz por falta de auxílios .que ali–
viasen el gran peso de aprender una lfngua dificultosa en la escrL
tura, en la pronunciacion, en las voces
y
en las fr ases.
Paulo V penetrado de esta importancia orden6 por su Bula que
empieza
Fcelicis recordationis,
año de
I
610,
que los Regulares ense1ía_
sen las lenguas .orientales en sus Colegios.
La Congregacion de
Propaganda Fide
estableció en
2
5
de Setiembre
de
1628
que de los R eligiosos que pasan á la Tierra-Stinta se desti_
nas~n
algunos sugetos habites para que <tprendz'esen las lenguas arabe,
turca
y
griega, que son las que se hablan mas g eneralmente en las
provmcias del imperio Otomano.
La orden de S. Francisco para dar cumplimiento á los referidos
decretos .en el CapituJ.o general que se celebr6 en Toledo año de
1682
acord6 se fundáran colegios en los conventos de Salamanca, Alca/a,
P arisy Talosa, en los qua/es por Maestros de la misma orden se ense–
ñase
á
los R eligiosos las lenguas hebrea, arabe
y
griega.
En el Capitulo general celebrado en Vitoria en
29
de Mayo de
169.¡.
se confirm6 eldecreto antecedente del Capitulo de Toledo.
El Papa Clemente
XI
expidi6 una Bula en
2
r
dq Enero de
r
7
ro
que empieza
:
Commissi N obis
en la que manda se funde un colegio
de la orden de S. Francisco en donde estudien las tres lenguas los Re–
ligiosos que hubiesen de pasar al Asia
á
ocuparse en el ministerio de
misioneros; y todo se puede ver con mayor extension en elP. P erusi–
.no.
La falta de gramaticas
y
diccionarios arabes acomodados
á
la
lengua espmíola ha retardado el complemento de tan saludables di'spo–
sicione's, hasta que la munificencia de Carlos
lll
nuestro augusto So–
berano
á
consulta de la Real Camara tuvo
á
bien ordenar se escri–
biesen las gramaticas de la lengua arabe
y
griega, encargandoseme
la przmera,y la griega
á
Fr. Pedro Fuentes Religioso observante de
la provincia de Santiago, misionero de Tierra-Santa
y
en el colegio de
L árnica
~ituado
en la isla de Chipre.
La p blicacion de mi gramatica arabe
y
de la griega en
1776
conduxo .n ituralmente la progresion de las cosas á la formacion de
un