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r
B!
~(nocimient~
de aquel z"dioma desde el
si- ~glo vuijue preciso
á
los españoles mientras los
arabes dominaron dentro de la península,
é
is–
las adjacentes.
La vecindad de los arabes hizo introdu–
cir muchas cosas en la ·agricultura, milicia,
gobierno, navegacion, usos, ciencias
j
artes
entre nosotros,
y
con ellas un gran numero de ·
palabras, que tienen su raíz
y
etz~mología
en la
'lengua arabe.
Como era familiar
y
conocido entre noso–
tros aquel lenguage hastafines del siglo xv en
que fueron arrojados los moros de España;
sin estudio
'se
entendía
y
hablabafteqüentemen–
te, asi en la conversacion como en lo escrito.
Fue conveniente olvidar aquella lengua en
los dos siglos precedentes: esto es, en el
XVI
y
XVII
contribuyendo
á
ello tambien la ninguna
comunicacion con los musulmanes ,y las
hos~
tilidades reciprocas que alexaban todo
tr~to.
En la_edad presente las cosas han varia–
do: la
u~ilidad
de los puihlosy del comercio han
demost ·ado la.necesidady conveniencia de res-