PROLOGO
DEL
A U T O R.
La
veneracion
á
aquellos santos lugares en que se obró el celes–
tial beneficio de !a redencion del genero humano, y en que ammci6 Je.:.
su-Christo nuestro divino Maestro el Evangelio, ha merecido siempre
,;,na de las principales atenciones de los clzristianos para tributar al
Omnipotente sus alabanzas
y
mantener el culto religioso en Palestina.
Las Cruz.ad.1s dieron una prueba de este zelo promulgadas por la
santa Sede
,y
CT)'Udadas
á
cornpetencia de los Príncipes christianos
(
I ) .
No habiendo producido aquellos e.ifiterzos, mejor proyectados que
dirigidos, la dominacion permanente de la Tierra-Santa, jite preciso
recurrir
á
medios que contubiesen menores dificultades., establecz'endo
convCJZtos
y
colegios en que
á
la veneracion de los santos Lugares se
at'iadiese la mision
y
cuidado de los fieles que habitan en Palestina
y
en !as regiones circunvecinas de !a Siria.
'
.
La orden de
S.
Francisco fue encargada siglos ha por la santa
Sede de este ministerio evange!ico en !a Tierra-Santa
,
auxi!iandola.
en todos tiempos los Príncipes ch1-istianos
,y
con particularidad nues–
tros augustos Soberanos
y
!os de Sicz'!ia con especial proteccion
y
copio–
sas limosnas, que con su Realpermiso erogan los pueblos para conser.
71ar las Iglesias
y
Conventos de los santos Lugares
,y
!apureza de los
dogmas cato!icos en aquellas christiandades i1ifestadas del cisma 6 del
contagio de la heregia.
La predicacion evangelica
y
admi'nistracion de Sacramentos ne–
cesariamente deben hacerse en e! idz'oma comun
y
perceptible
á
los
na~ .
tura/es del país:
De aquí vino entre otros motivos, el encargo del Concilio genera!
Vienense del alfo de
1
3
I 2
en el Pontificado de Clemente V
á
!as Uní-.
versid,ides principales de Bo!onia, París, Oxford
y
S,ifamanca para
la ense1íanza de !as lenguas orientales
,y
entre ellas !a arabiga , que.
no solo conduce
á
!as controversz'as polémicas , sino tambien a! us.o
de !a predicacion
y
admznistracz"on evange!ica, por ser lengua viva
y
generalmente extendida en las regiones de Africa
y
del
Ori~
te.
·
ToM.
I.
b
Los
(1)
Ve2se la
historia de ultramai-
recopilada por el señor
Rey
D . Alonso el abio. .