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VI
PROLOG O.
-
corre ,
y
su pérdida redunda en benficio de
la
cien–
cia, la qual vá creciendo con la edad del mundo.
,, Pero despues · que la Astronomía ha observado
de este modo los/ fenómenQs , no ha desempeñado
mas que su primer objeto ; otro le · queda por des–
empeñar mas filosófico , que consiste en indagar
la
explicacion de estos fenómen_os , juntar las diferentes
causas , efectos de otra causa de mayor influxo ,
y
alcanzar por este camino la ley simple que es
la.
causa universal : la ciencia no habrá llegado
á
su
término sino despues que lo hubiere conocido todo
y
explicado todo. Ha hecho
y
está haciendo progre–
sos rápidos : su destino es acercarse sin cesar
á
este
-término , y nunca jamas alcanzarle.
,, Esta investigacion de las causas es empeño re–
.servado al astrónomo :filósofo. Los observadores re–
~ogen , los hechos se amontonan como los materia–
les de un edificio , y esperan al hombre de ingenio, ,
quien · solo puede ser el arquitecto del universo.
El
es quien combin~ los ·hechos ; percibe su relacion.
Una explicacion generalizada en su cabeza llega
á
ser
la llave de una multitud de fenómenos ; va siguien–
do la cadena donde la naturaleza eslabona sus mis–
terios ; camina descubriendo sus arcanos ,
y
vé
pá~
tente el mecanismo del universo. Así caJninaron Hi–
.parco , Ptolomeo , Copérnico , Ticho , Keplero, Do–
mingo Casini
y
el gran Newton , cuyos nombres pa•
ra