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DE LA LENGUA
ma corona,
y
termina como un diente de
elefante. Esta cabeza desde luego recono–
ci, que era la misma que se vee en nues–
tra moneda;
y
aun me
asegure
mas, quan–
do en el reverso , no obstante que es di–
ferente de la de
M. Pellerin
(en que hai un
Caballo alado en acto de correr , siendo
el
de nuestra moneda un caballo en el mis–
mo acto ,
y
detras de él una palma con
su fruto pendiente) ; me asegure , digo,
mas , quando en el reverso de la mone–
da de
M. Pellerin
vi en el mismo lugar,
que en la de Teruel, las quatro letras Fe–
nicias , que se pusieron antes ; pero pre-
Las letras en la de
M. Pellerin
tal vez no
estarán tan aj ustadas al original , como
están las que van en la copia de la de
la de
'Teruel,
que se han sacado con el
mayor cuidado , y prolixidad posible.
El cotejo de estas dos monedas entre
cedidas de un
9 ,
o
:i.
Beth
Fenicio , en
esta forma :
fir-q-r9.
Esto me hizo re–
gistrar con mas cuidado mi moneda ;
y
observe que en efecto estuvo en ella cu–
ñada la letra :
9
,
como en la de
M .
Pellerin
;
y que aun se conserva la par–
te superior
, que forma casi un medio
circulo , pero el resto esta cortado. Pa–
ra darme a entender mejor ,
y
que una
y
otra moneda se vean , y se haga juicio
de que son de una misma fabrica , y de
una Ciudad o Pueblo : he creido deberlas
poner a la vista de los Lectores. Son pues
asi;
si , hace en mi juicio demonstrable, que
ambas son de un Pueblo o Ciudad , pues
en el typo son mui parecidas , y la fabrica
y la inscripcion de una
y-
otra es la mis–
ma. Pero no es solo esto, sino que hace
sospechar , y aun creer , que las dos mane-