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sobre las Teologfas Nacionales.
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causar la mayor confusion en Ios conceptos.
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En cada siglo hay un modo de cien–
cia que le es particular , porque el humano
caracter no menos es amantfsimo en las mo–
das del vestido , y tratos de urbanidad , que
las ciencias , y modos de pensar. El de Ios
er:nblemas ocup6 mucho tiempo
a
los hombres,
proponiendose unos
a
otros enigmas que di–
solver , y en el acierto con el pensamiento de
lo
que quiso significar el compositor del enig–
ma estaba la ciencia. Entre fabulas , y enig–
mas es
muy
corta la distancia, y rara vez fal..
ta en un enigma la composicion de una fabu·
la,
y
todo se proponia en aleg6ricas alusiones,
aiiadiendo
a
la dificultad del enigma la del es..
tilo. Llego
a
tanto el trastorno del estilo na–
tural en la explicacion de Ios pensamientos, que
muchos ingenios se hicieron un oficio propio
de figurar narrativas, dfodoles quantas tornu–
ras , y colores le sugeria la imaginacion ; de
modo' que la habilidad ' e ingenio estuviese
en
la
moldura de las ficciones , y en la belle–
za de las pinturas , conformadas no obstante,
en quanto lo posible, con la naturalidad. Es–
tos sublimes ingenios fueron llamados Poetas,
voz griega que trae su origen del verbo
poieo,
F
z
que