sobre las Teologfas Nacionales.
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de las di vinas. Su gobierno , y conducta sera
siempre tan laudable en Io primero , como vi·
tuperable,
y'
aun ridiculo en Io segundo.
z8 Acaso en esto entro no menos pollti-
- ca que culto religioso. Sabian muy bien quan
·adheridos son los hombres a
SU
religion nati–
Va derivada de sus mayores-, y quan dificiles
en mudarla : entendian tambien , que el man..
tener
a
cada Nacion de las conquistadas ,
e
in–
corporadas al Romano Imperio sus Dioses ,
y
libre uso de su religion , era uno de los ner–
vios
principal~s,
para tenerlos asidos al nue–
vo gobierno. Uno , y otro motivo serviria
a
la
intencion de los Romanos en la acogida
que hicieron en su Republica, y
e~
su Impe·
rio
a,
fodos los Dioses ,
y a
todas las Religio·
nes Nacionales..
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Hemos a.dmirado la prudencia , de Ios
Romanos ert todo asunto de gobierno, y sus
delirios en punto de religion ; mas en esto no
menos hay que admirar de .otras Nadones del
mundo , en quienes solo se demuestra defec–
tuoso este punto, estando todos los
mas enun
arreglo admirable. Disc.urrieron por tod.as las
ciencias que pueden adornar,
y
actualmente
adornan
el entendimiento humano ,
dandonos
de
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