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Discurso
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de ellas seguros· prindpios, sin Ios que jamas
podrian llegar
a
la perfeccion que .hoy tienen;
y
aun esperan tener en los siguientes siglos.
Nos dieron celebres reglas de moralidad, que
si
bien algunas .defectuosas ; son otras tan ad-·
rnirables, que muertos sus tAA. ha mas de vein–
te ,
6· treinta siglos , aun hoy- con especial
grado de autoridad las repetimos, no menos·
magestuosas en las palabras , .que profundas en–
el
sentido.
i
Que· hay que admirar de los Ro..·
rnanos , quando . vemos los Caldeos , los Per-·
sas , los Egypciacos, los ·.Fenicios , los Grie·•
gos , los Arabes ,. de quienes nos vienen Ios"
fundamentales principios de todas las ciencias,,
caidos en
~I
mismo precipicio? En las Nacio...
nes mas reconditas
del
Oriente , rodeadas de
mares inmensos , menos ·conocidas en los an-··
tiguos tiempos , que
en
Ios presentes , admi–
ramos sus grandes · principios· en las ciencias,.
y
su industria en las artes , sin participacion,
segun eS- verisimil
,~ de
los.Occidentales : igual..
rhente admiramos su politica, sus !eyes , ·y mo–
rales maximas ,. con
I
sentimientos pueriles en
triateria de · religion ,
y
establecida: pluralidad·
de
Dioses.
§.
v.