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Discurso IV.
fué quien conduxó
á
los Isr-aelítas de Egipto,
y
los
introduxo en la Palestina ,
ó
tierra
de
promision, quien obrando en nombre del To–
dopoderoso , se apellidaba con
el
nombre
de
aquel cuyos mandatos exercia (
1
).
Tenemos
fi-–
nalmente de esto un buen exemplo en la apa–
ricion
de
un Angel
á
la muger
de
Manué ,
y
á
Manué 1ni,smo , padres- de Sanson , anuncián–
doles _el nacimiento de este hijo , y el modo
c,omo debían portarse con él para que fuese per•
fecto Nazareno. Apareció el Angel primero
á
· la
muger , despues se dexó ver
á
entrambos en
el
campo ,
y
les repitió
la
·misma instruccion.
Creyó Manué era un distinguido joven ,
y
le
:preguntó_su nombre , á que le respondió:
¿Por
qué pretendes saber mí nombre, que es
admira.;. ·
ble?
Y
a se sabe, que esta voz
admirable
es
en
lás ,Sagradas Letras nombre divino (
z
).
Oído
·esto , al instante cogió Manué un cabritilla~
y
(1)
Ecc_e ego mittam angelum meum qui prrecedat te,
&
cus:-
--te-diat in via ,
&
introducat in
locum quem paravi_.·-Observa
eum ,
&
audi vocero ejus , nec contemnendum putes , quia
non dimittet cum peccaveris ,
&
est nomen
meum·
in illo~
Exodi cap.
2
3.
v.
20.
-
1
· (2)
Quod est tibi nomen , ut si sermo tuus fuerit exple–
tus, honoremus te
1
Cui
ille respondit : Cur qureris
nomen
meum, quod
est
mir~bile
1 ':¡-udfr. cap.
1
3.
v~
17.